Toluca, Edomex. 27 de agosto de 2014.- Una revuelta se gesta al interior del Poder Judicial, el que por mucho, es la institución menos transparente del servicio público de la entidad, pues lo que pasa dentro de sus paredes poco se sabe. Durante años ha imperado una disciplina casi inquebrantable que ahora parece fracturase, justo a unos meses del cambio en la presidencia del Tribunal Superior de Justicia, que ahora ostenta Baruch Delgado Carbajal.
La batalla por la sucesión del mandamás del Poder Judicial ha iniciado y una gran parte de los integrantes de este oscuro poder han advertido desde ahora que no permitirán más imposiciones. Entre los candidatos más visibles, ha asomado la cabeza Marco Antonio Nava y Navas, quien arribó al Poder Judicial como magistrado gracias a una reforma que impulsó el entonces gobernador Enrique Peña en sus últimos días como titular del Ejecutivo.
Nava y Navas es hoy en día uno de los integrantes del Consejo de la Judicatura estatal y su postulación cuenta con el respaldo de Luis Miranda Nava, actual subsecretario de Gobernación del gobierno federal.
Marco Antonio Nava representa la punta de lanza para la familia Miranda, y facilite en unos años, que la hermana de Luis Miranda, Ana Rosa Miranda sea quien dirija los destinos del Poder Judicial mexiquense, tal y como lo hizo su padre Luis Miranda Cardoso a finales de la década de los noventa y principios del nuevo milenio, luego de que hace unos días fue designada como magistrada sin tener una carrera judicial que avale su nombramiento.
Otro de los aspirantes, es el actual presidente de la Escuela Judicial, Sergio Medina Peñaloza, quien es el delfín del actual presidente del Tribunal Superior de Justicia, Baruch Delgado Carbajal. Medina goza del apoyo de un amplio sector del Poder Judicial sobre todo de hombres y mujeres que han crecido al amparo de Baruch.
El tercero en discordia es el magistrado penal, Rubén Fonseca Noguez, único de los tres suspirantes con carrera judicial. Fonseca representa al bloque de jueces y magistrados que desde hace cuatro años han manifestado su rechazo a la llegada de “improvisados” a los puestos de mando del Poder Judicial.
Poco a poco, la figura de Fonseca Noguez va ganando adeptos sobre todo de los puristas que exigen que el control del Tribunal quede en manos de quien verdaderamente conoce las entrañas de este Poder.
La elección del nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia será en enero próximo, por lo que todavía es prematuro hablar de favoritos, más aún cuando un elemento muy importante llamado Eruviel Ávila no ha manifestado su opinión respecto a quien lo acompañará en el Poder Judicial durante la segunda mitad de su mandato.
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