Toluca, Edomex. 18 de noviembre de 2014.- Mucho nerviosismo acompaña al alcalde de Naucalpan, David Sánchez Guevara. Hace casi dos años que arrancó su administración, donde acusó a la deuda heredada por la priísta Azucena Olivares de la impericia inicial. Los meses han transcurrido, pero las cosas se han entrampado para Sánchez Guevara, y muchos advierten que la apuesta panista para recuperar sus bastiones electorales pudiera concentrarse en el desastre político de Naucalpan.
Por si fuera poco, en el escenario preelectoral se han desatado las intrigas de quienes aspiran a convertirse en el candidato priísta a la alcaldía. Ahí destaca la presencia de David Parra, el exlíder sindical de los burócratas mexiquenses, quien asegura contar con la venia del exgobernador Arturo Montiel. De formas corporativistas, prevé que su posicionamiento en las regiones más populosas del municipio alcancen para ser el ungido. De formación académica precaria, apuesta más a su habilidad política.
En la acera de enfrente, está la promoción electoral de Sergio Mancilla Zayas, quien cuenta con el arropo de su padre, el exalcalde Sergio Mancilla Guzmán. Hace tres años, Mancilla respaldó a Sánchez y junto con su padre, buscará el respaldo del grupo de exalcaldes, incluido el infaltable Enrique Jacob. Sin embargo, Mancilla no está en los afectos de quienes toman las decisiones de las candidaturas, y eso podría ser su mayor debilidad en el momento más oportuno y necesario.
Nadie debe perder de vista a Cristina Ruiz. Una política acostumbrada a la estrategia chapulín, para pasar de un cargo a otro, y garantizar su permanencia en el presupuesto. Hoy diputada federal, cuenta con el apoyo de Ernesto Nemer, con quien forjó cercanía en la legislatura local hace más de cinco años. Los programas asistencialistas en control de Nemer desde la Sedesol, podrían inclinar la balanza a favor de Cristina, que como diputada ha hecho muy poco de trabajo legislativo.
Pero mientras esos personajes se deshacen, nadie descarta al secretario de salud, César Gómez Monge para convertirse en el abanderado de Naucalpan. Señalado como el delfín político de Eruviel Ávila para la gubernatura de 2017, parece obligado para asistir al escrutinio de las urnas el año entrante. Ya Gómez Monge fue vapuleado en las elecciones de 2003, donde se autonombró el “niño candidato”, pero tiene la esperanza de que en los comicios de 2015 pueda tomar revancha.
Los panistas son los más beneficiados del golpeteo priísta y de una eventual división interna. El gran conflicto de interés que enfrentará el PAN, es que la eterna ambición de José Luis Durán resuena como una posibilidad de que busque gobernar este municipio por tercera ocasión. La dinastía Durán, sin recato, quiere regresar al ejercicio del poder, pese a su mala imagen pública.
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