Toluca, Edomex. 16 de mayo de 2014.- ¿Dónde quedó Indalecio Ríos, flamante vocero de seguridad y justicia del Estado de México? Luego de la crisis de violencia que azotó a la entidad entre enero y marzo, parecía el as bajo la manga para afrontar la presión mediática. Luego vino el control desde la Secretaría de Gobernación, la imposición de Damián Canales como secretario de Seguridad, e Indalecio desapareció de la escena. Nadie sabe si sigue cobrando en el gabinete eruvielista y a cuenta de qué. Mal y de malas.
Por si fuera poco, ayer Canales desmintió a Indalecio. El exalcalde de Ecatepec juró y perjuró que pese a la presencia criminal y la incidencia de ejecuciones, el Estado de México no tenía registro sobre asentamiento de cárteles del narcotráfico. Canales debió admitir lo inocultable. En la entidad operan y se identifican tres bandas del crimen organizado: La Familia Michoacana, Guerreros Unidos y el Cártel del Golfo.
Los dislates y la impericia de Indalecio terminaron por desaparecerlo. Su único mérito en el cargo era su cercanía con Eruviel. Ríos se enfundó como alcalde de Ecatepec, gestión que Ávila dejó inconclusa cuando se encontró de frente con la candidatura del PRI a la gubernatura mexiquense. Y sin más trayectoria, arribó a un cargo de vocería en seguridad, sin tener perfil para comunicar, ni especialidad en los temas de prevención y combate al delito. La inexperiencia terminó por sepultarlo.
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Jesús Castillo Sandoval y el resto de los consejeros electorales mexiquenses tienen un pie fuera de su cargo. Aunque los tiempos están encima, existen las condiciones jurídicas y técnicas para su respectiva difusión. Es casi un hecho que las elecciones del año entrante serán organizadas por un renovado consejo electoral, lo que ha sido ya pronunciado por el gobernador Eruviel Ávila, y que sin duda será ratificado por los partidos de oposición.
Las leyes electorales que apresuradamente se aprobaron esta madrugada a nivel federal, y muy próximamente deberá discutirse y avalarse en el ámbito estatal, confirman el adelanto en las fechas del proceso comicial del año entrante. Eso obligadamente traerá muy alborotados a quienes ya se frotan las manos con las candidaturas del año próximo.
Es de subrayar que los partidos deberán palomear a sus candidatos a diputados federales a finales del mes de diciembre. Mientras que en el caso de diputados locales y alcaldes deberán hacer lo propio en el mes de enero.
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