Toluca, Edomex. 12 de enero de 2015.- En el escenario del PRI mexiquense parecen confiados para lograr una alta rentabilidad electoral en los comicios de junio próximo. Como una obligación, se entiende la victoria para figuras como Alfredo del Mazo Maza, Carolina Monroy del Mazo y Martha Hilda González. Sin embargo, pasan los meses, y Carlos Iriarte ha sido incapaz de tomar el control de la dirigencia priísta. No han venido los cambios que vendría a resolver la inoperancia del partido, y para las elecciones faltan escasos cinco meses.
Otro aspecto que parece escapar a la ecuación priísta, es el riesgo de anteponer los intereses de grupo a la presidencia del atlacomulquense Enrique Peña. A fuerza de la estructura priísta y del “voto duro”, se da por descontado el eventual triunfo de las “juniors” Susana Osorno, Monserrat Sobreyra, Olga Esquivel Hernández, Iveth Bernal Casique y demás. La gran incógnita es el papel que puedan desempeñar en las “grandes ligas” que exige San Lázaro para defender las iniciativas peñistas. Su escasa trayectoria y su nula experiencia, son circunstancias que debiera preocupar a quienes hoy presumen de la toma de decisiones.
No es un asunto menor, si se considera que desde el Poder Legislativo se toman decisiones y se desarrollan acciones que deberán incidir en la sucesión presidencial de 2018. Además legislatura federal es el núcleo político que permita al peñismo un margen de maniobra para poner en práctica las reformas a las que apostó su gobierno. Habrá que saber si las “juniors” de los cacicazgos mexiquenses responderán al desafío del partido en el poder, y no sólo se ocupan de ganar la elección.
En tierra de ciegos, el tuerto es rey. Frente a una “caballada” tan flaca no resulta extraño anticipar que el exgobernador mexiquense, César Camacho Quiroz se sienta seguro para volverse en coordinador de la futura bancada priísta. Pero lo que será una amplia incongruencia, es que el priísta que hasta hace unos meses promovía una consulta ciudadana para reducir a los “pluris”, vaya a convertirse en diputado por representación proporcional.
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En cada político hay un priísta dentro. De entrada, las decisiones tomadas en la oposición a través del PAN, PRD y PT parecen enmarcadas en la concentración de poder y en cacicazgos políticos afianzados. Los políticos de siempre, buscan apoderarse de las candidaturas y la renovación de cuadros. Los pocos espacios ganados por la oposición serán abandonados muy pronto para buscar el siguiente “hueso” y dejar a sus suplentes en los cargos que tanto buscaron hace tres años.
Ninguno de los partidos y muy pocos políticos tendrán la calidad moral para criticar al priísmo de siempre, cuando las fórmulas electorales se repiten en todos los competidores de los comicios de este año. Ahí es donde se explica el hartazgo social, y los llamados que han comenzado a resonar para desarrollar un “boicot” a los comicios próximos. Lo cierto es que cuando el abstencionismo se impone, gana quien despilfarra más dinero.
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