Toluca, Edomex. 9 de septiembre de 2014.- Un total de 18 hombres originarios del Estado de México forman parte de los 300 líderes de México, según el listado nacional que difunde anualmente una publicación editorial. Algo curioso es que ninguna mujer mexiquense forma parte del selecto grupo. En suma, los “líderes” son reflejo del empoderamiento de la entidad desde que despacha Enrique Peña en Los Pinos.
Con relación al año pasado, salieron de la lista, el titular de la Secretaría del Trabajo, Alfonso Navarrete, y el exdirector de la CFE, el salinista, Francisco “Paco” Rojas. En contraparte, ingresaron a la misma, Alfredo Castillo, el llamado “virrey” en Michoacán, y Gabriel Roa Sánchez, director artístico de la Z y hermano del secretario del medio ambiente, Cruz Roa.
Los infaltables por supuesto son: Enrique Peña, presidente de México; el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso; el titular de la SEP, Emilio Chuayffet; el gobernador mexiquense, Eruviel Ávila; y el presidente del PRI nacional, César Camacho. Más de la clase política incluye a Erwin Lino, secretario particular de Peña; David López, coordinador de comunicación social; y el delmacista, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes; así como Jesús Mena, director general de la Comisión Nacional del Deporte.
Del sector empresarial, aparecieron Valentín Díez Morodo; Carlos Hank Rhon y Carlos Hank González; además de Carlos Peralta. Del ramo religioso se integran Carlos Aguiar Retes, arzobispo de Tlalnepantla; y Francisco Robles Ortega, exarzobispo de Toluca y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano. La lista la cierra el senador perredista, Alejandro Encinas.
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Para el senador panista, Javier Lozano Alarcón, el proyecto aeroportuario en Texcoco anunciado la semana pasada por Enrique Peña, hubiera sido poco probable sin el impulso del expresidente Felipe Calderón. De acuerdo al más reciente libro de Calderón, “en su administración fueron adquiridas miles de hectáreas de terrenos adyacentes al lago de Texcoco para poder ir adelante con la construcción de dicho aeródromo, con dos pares de pistas simultáneas y la posibilidad de un tercer par si se adquiriesen 400 hectáreas adicionales en uno de los vértices”, escribió Lozano en una columna publicada por El Universal.
Lozano califica como una actitud mezquina que el gobierno peñista no reconozca que fue la administración de Calderón quien entregó al equipo de la transición “los estudios técnicos” sobre el aeropuerto en Texcoco. “Es decir, una sana colaboración transexenal entre autoridades saliente y entrante. Pues sí, pero a pesar de ello no ha habido una sola palabra de reconocimiento a la administración anterior y todo lo manejan quienes vinieron a “Mover a México” como si estos proyectos fueran producto de una suerte de generación espontánea y luminosa. Falta de generosidad es lo menos de lo que se les puede señalar”, refutó el exsecretario del Trabajo durante el calderonismo.
Y remata: “En suma, la mezquindad de algunos de nuestros actores políticos nos hace recordar a diario las palabras de Montesquieu. Son los intereses personales por encima del bien público los que marcan buena parte de la agenda nacional. Y en ésas andamos. Qué pena”.
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