Toluca, Edomex. 1 de julio de 2013.- Los mexiquenses no podemos, ni debemos perder la capacidad de asombro. No es normal, en una sociedad pacífica la escalofriante cifra de 22 muertos por un enfrentamiento entre militares y criminales. La cantidad resulta aún más inadmisible cuando no se vive un estado de guerra, y la escena violenta fue corolario de un operativo contra la delincuencia organizada. La sociedad exige combate al crimen, pero no puede permitirse una masacre a costa de la tranquilidad.
Con frialdad en los números, la violencia en el Estado de México está lejos de ser un tema resuelto. Ayer una incursión militar a la zona sur del territorio mexiquense arrojó un saldo de 22 criminales asesinados. Eso no es una buena noticia para el gobierno mexicano, y abona a la creciente cifra de homicidios vinculados con el crimen organizado. La estrategia contra la delincuencia organizada parece no tener diferencia de la guerra calderonista contra el narco.
Para colmo de males, el gobierno mexiquense está azorado. La seguridad está en manos de las fuerzas federales, y sus policías sólo sirven como escoltas de funcionarios o para cuidar tramos carreteros, pero no para combatir la criminalidad. Se trata de un gobierno acotado e inoperante. La delincuencia lo rebasó, y ha sido sustituido de principio a fin por el gobierno peñista, que anunció su permanencia de aquí y hasta que termine el sexenio federal.
Por si fuera poco, en Tlalnepantla se ha anunciado el surgimiento de grupos de autodefensa. Ciudadanos organizados que defienden su integridad y su patrimonio ante la incapacidad gubernamental. Lo mismo fue reportado hace meses en Xonacatlán. Se apilan los casos de linchamiento que buscan justicia por propia mano. Lo que la autoridad informa, difunde, propaga, es una falacia y la realidad le topa de frente, lo exhibe en un escenario donde crece la delincuencia, y la impunidad.
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En el gabinete de Eruviel Ávila los cambios no terminan por asentarse. Ayer se dio a conocer que en la Secretaría del Medio Ambiente se realizaron cuatro nombramientos por parte de Cruz Roa Sánchez.
En el entramado de la dependencia se designó a Félix Pérez Camilo, como Procurador de Protección al Ambiente del Estado de México; Naim Franco Saucedo asumió el cargo de Coordinador Jurídico de la Secretaría del Medio Ambiente; mientras que Ismael Ordóñez Hernández, fue nombrado titular de la Dirección de la Prevención de la Contaminación de Agua, Suelo y Residuos. Por último, como Director de Restauración y Fomento Forestal de PROBOSQUE rindió protesta Gilberto Galeote Rivera.
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