Redacción
Toluca, Estado de México, 18 de noviembre de 2020.- Francisco Javier Chavolla Ramos recibió de Monseñor Franco Coppola la imposición del Palio Azobispal, símbolo de unidad entre los arzobispos y el Obispo de Roma para trabajar juntos como instrumentos de comunión y hermandad en la Iglesia.
El palio es una banda de lana virgen cosida de forma circular y que se coloca sobre los hombros de los arzobispos. Cuenta además con dos tiras que cuelgan sobre el pecho y la espalda y está adornado con seis cruces bordadas en seda negra «en recuerdo de la Cruz y las llagas del Redentor».
En el acto litúrgico, el Arzobispo de Toluca, Francisco Javier Chavolla Ramos refrendó ante fieles, sacerdotes, obispos y arzobispos su compromiso de revitalizar las comunidades parroquiales, así como de amar, servir, cuidar, atender, y conducir al pueblo de Dios.
Acompañado por el gobernador Alfredo Del Mazo y de su esposa Fernanda Castillo, monseñor Chavolla Ramos destacó que la pandemia por el Covid-19 ha dejado al descubierto falsas seguridades y ha evidenciado la incapacidad de actuar conjuntamente.
De acuerdo con el portal de noticias Así Sucede, entre la clase política presente en dicha celebración asistieron los alcaldes de Naucalpan, Huixquilucan, Toluca, Metepec, Valle de Bravo; además de integrantes del gabinete delmacista.
“Ojalá que tanto dolor no sea inútil, que se dé un salto a una nueva forma de vida y descubramos que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros para que la humanidad renazca más allá de las fronteras. Ante esta realidad pandémica, el pueblo de Dios necesita de los pastores para llamarlos a la reflexión y a un verdadero examen de conciencia”, agregó.
Al final de la celebración se cantó una composición especial al arzobispo, que el mismo refirió, habla sobre su historia, las bendiciones que ha recibido, los momentos de alegría al haber dicho aquí estoy Señor, pero también del dolor por cada momento en que le ha fallado.
Hace un año, el 18 de noviembre de 2019, Francisco Chavolla se convirtió en el primer arzobispo metropolitano de Toluca, en una celebración eucarística que formalizó la erección de la Provincia Eclesiástica de Toluca, elevada al grado de Iglesia Metropolitana, además de asignarle como sufragáneas las diócesis de Atlacomulco, Tenancingo y Cuernavaca, que hasta ahora pertenecían a la Provincia Eclesiástica de México. Su designación como primer arzobispo metropolitano de Toluca ocurrió el 28 de septiembre de ese mismo año.
La Diócesis de Toluca fue creada el 4 de junio de 1950, siendo su primer obispo Arturo Vélez Martínez, tío abuelo del actual gobernador Alfredo Del Mazo Maza, en cuya fecha Alfredo del Mazo Vélez, era titular del Ejecutivo Estatal.
Vélez Martínez concluyó su servicio pastoral el 29 de septiembre de 1980, durante el pontificado del Papa Juan Pablo II. Ese mismo día, fue nombrado como segundo Obispo de Toluca Alfredo Torres Romero, quien estuvo al frente de la diócesis hasta su muerte el 15 de Octubre de 1995.
Tras el deceso de Alfredo Torres, el 15 de Julio de 1996, Francisco Robles Ortega fue designado obispo de Toluca hasta febrero de 2004. El 12 de Febrero de ese mismo año, Francisco Javier Chavolla Ramos fue nombrado como el cuarto obispo de Toluca, quien este lunes fue ascendido al cargo de arzobispo de la Iglesia Metropolitana de Toluca.
