Redacción
Las condiciones geo-políticas y sociales que se presentan en la entidad, han orillado a las Secretarías de la Defensa Nacional y de la Marina Armada de México, a incrementar sensiblemente sus operaciones en territorio mexiquense. Nunca antes, como este inicio de año, las fuerzas castrenses trabajan abiertamente en municipios de la entidad para reforzar las tareas de seguridad.
Muchas de sus operaciones son coordinadas con el gobierno del estado o con municipios, pero la mayoría las hacen de manera autónoma, basadas en trabajos de inteligencia que no comparten con nadie. Es decir, ellos dictan qué hacen, cuándo lo hacen y cómo lo hacen sin pedir permiso o dar aviso a las autoridades locales.
Desde hace meses, la Marina y el Ejército han sellado las fronteras entre el Estado de México, Guerrero y Michoacán. En Luvianos se colocó un destacamento de la Marina, mientras que en Tejupilco opera otro del Ejército. Su labor, contener el desplazamiento natural de integrantes de grupos del crimen organizado que operan en la tierra caliente de Michoacán.
A raíz del operativo federal en Michoacán para tratar de recuperar el control de parte del estado, hoy en manos de grupos de la delincuencia organizada, el Ejército y la Marina extendieron su presencia en la zona sur. Ya no sólo operan en Luvianos, Tejupilco, Amatepec, Zacazonapan, Tlatlaya y Otzoloapan, sino realizan operativos en Santo Tomás de los Plátanos, Ixtapan del Oro, Donato Guerra, Villa de Allende, Villa Victoria, San José del Rincón, San Felipe del Progreso, Temascalcingo y El Oro, a través de las llamadas Bases de Operación Mixta (BOM).
Ecatepec, el municipio más poblado del país y del estado, encierra en sí mismo una problemática local compleja. La tierra del mandatario Eruviel Ávila también ha sido encargada por el gobierno federal a las fuerzas armadas para tratar de disminuir los índices de criminalidad que ahí se presentan.
La semana pasada, el alcalde Pablo Bedolla informó de la instalación de una segunda Base de Operación Mixta que operará en el municipio, que se encargará de la zona oriente de la demarcación, pues la primera ya vigila, desde hace meses, la zona poniente.
Muy cerca de ahí, en Coacalco, también opera otra de estas Bases de Operación Mixta, que encabeza el Ejército Mexicano. Ésta lo mismo se desplaza a Tultepec, que a Tultitlán.
En la zona oriente, el foco de atención se ha vuelto el corredor Chalco- Ixtapaluca, donde también se han destacado elementos castrenses para contener la violencia que ocasionaban grupos del narcotráfico que buscaban hacerse del control de la venta y distribución de estupefacientes.
A raíz de que se detectó que células de los Templarios habían huido hacia Hidalgo, la Sedena decidió incrementar su presencia en la franja limítrofe con ese estado. Por ello llegaron elementos a Huehuetoca, Zumpango, Otumba y Tecámac, con lo que pretenden sellar las entradas al Estado de México.
También se ha detectado operación de efectivos militares en la zona poniente del Valle de México como Cuautitlán Izcalli, Naucalpan y Tlalnepantla.
Ahora con la celebración del encuentro de los presidentes de Norteamérica en Toluca que se desarrollará en Toluca, militares patrullarán calles de la capital y municipios circunvecinos como Almoloya de Juárez, Zinacantepec y Metepec.
En suma, las tres zonas militares que tiene presencia en el estado, la 22 en el Valle de Toluca; la 37 en Santa Lucia y la 1, en el Valle de México, tienen a todo su personal desplegado en operaciones en varios municipios de la entidad mexiquense.
