Por Juan Carlos Cartagena Abaurre
A los tradicionales resultados que tiene un partido de fútbol, el aficionado al Toluca deberá agregar un calificativo, que va desde victoria con honores, triunfo sin gustar, hasta la derrota decepcionante o empate con sabor a derrota; y puede haber muchos más. El multifacético Toluca, antes nombrado por un servidor como “los caballeros de lo incierto”, vuelven a escena para salir de un bache tanto de resultados como futbolístico.
El rival
En zona de pago de multa, Necaxa juega en cada partido puntos que son oxígeno y que tratándose de Toluca tienen doble valor, ya que los diablos son el equipo al que tienen más cerca para involucrar a la lucha del cociente. Con la llegada de Pablo Guede, los necaxistas mostraron una cara diferente, no obstante llegan después de perder en casa con Puebla. Cada punto que se gane en gira será oro molido, aunque estoy seguro que Guede viene a Toluca con una serie de estrategias para sacarle los tres puntos al rojo.
Obligado a cambiar
Toluca tiene obligaciones, y no me refiero a su 11 y los ajustes por lesionados que deberán hacer, sino a obligaciones de equipo grande. Hernán fue muy claro, no sé si convincente, pero sí claro, al calificar de “equipito” las formas con las que se perdió el domingo.
Por ello, está obligado a también meterle bisturí al 11 para que sus palabras tengan peso y sustento con acciones en la cancha. Veremos cantera y juventud supliendo los espacios que han dejado las lesiones y a ellos también habrá que exigirles. Los que no tienen actitud o aptitud para estar en un equipo como Toluca, después de la declaración de Hernán el domingo, esperaría que no aparecieran entre los que inician.
Antes de pensar qué cambios hará en el 11, el cuerpo técnico debe pensar cómo cambiarle la actitud de respeto por el club a los que mande al campo. Eso sí, Raúl López se ha recuperado y estará de regreso en el 11.
La clave
Sobra decir que jugando como los últimos tres partidos Toluca difícilmente va a ganar; si quiere sumar de tres deberá regresar a las bases futbolísticas. Después, tenemos que poner como factor fundamental al DT, al trato emocional que pueda darse en este tipo de partidos a sus dirigidos, tanto Guede como Hernán. Necaxa tiene ante sí una gran oportunidad de ponerse a dos puntos de unos Diablos tocados en la confianza; Toluca, desmotivado y confuso.
El discurso emocional que Guede y Cristante están dando a sus dirigidos va a ser clave. Ojo, no digo que con eso se gane, pero sí creo que Guede sabe convencer al jugador, llegarle con la palabra y después sacarle el jugo. Por ejemplo, veremos un Alan Medida diferente y en el que Pablo tiene gran confianza. Conociendo el trabajo del timonel necaxista, va a trabajar mucho por fuera a la velocidad. La pelota parada también será importante ya que ambos equipos han apelado a esta como herramienta para hacer daño al rival.
Ojo ahí
He escuchado la palabra plan B; cuando en un equipo de fútbol pasa eso es porque algo no anda bien. Casi siempre la razón son los resultados, sin embargo, en ocasiones es por fútbol y en otras por cuestiones internas. Un gurú me dice que ya se barajan escenarios (y uno que otro se frota las manos) a pesar que Toluca va tercero y un triunfo lo pondría como sublíder. ¿Será el fútbol, algo interno o ambas?
Conclusión
Los últimos dos discursos en rueda de prensa de Hernán han sido opuestos; un día dan “cátedra” y otro “son equipito”. No digo que esté equivocado, solo quiero hacer notar esa dualidad o, mejor dicho, multifacética y confusa cara que ha tenido el diablo. Un día es feroz y letal, otro es decepcionante, y en otras gris y sin sabor.
Al iniciar el torneo uno no imagina que este pudiera ser un juego de alta dificultad, por el contrario es accesible y de triunfo obligado. Sin embargo, lo mismo se ha dicho de Mazatlán, San Luis y Querétaro y a ninguno se le ha ganado. A Toluca le vienen después dos partidos por demás difíciles y esta noche debe estar prohibido no ganar; pero… ¿con qué saldrá hoy el Toluca?
Gracias por leerme y jugar o conmigo.
