Redacción
Tlalnepantla, Edomex. 13 de junio del 2016.- Jonathan Gerardo Galicia Hernández estuvo preso solo unas horas tras ser detenido el fin de semana y remitido al penal Juan Fernández Albarrán, mejor conocido como Barrientos, en esta localidad. Este joven de 19 años, se logró fugar este mediodía cuando iba hacia el edificio de juzgados ubicado a un costado del penal. Los detalles de la fuga aun se desconocen, pues hasta esta tarde ninguna autoridad ha querido hablar sobre el asunto.
Galicia Villegas, vecino de Atizapán de Zaragoza ingresó ayer 12 de junio al penal de Barrientos acusado de robo con violencia, hoy considerado un delito grave y por lo tanto sin posibilidad del beneficio de la libertad bajo caución.
A la una de la tarde, estaba programada la audiencia de control de detención ante un juez de control de Tlalnepantla, pero el reo no llegó. Quince minutos antes de su cita se informó que se había fugado.
Las autoridades estatales activaron un operativo de búsqueda al interior de la cárcel pero no tuvieron éxito. Afuera, policías del estado y municipales implementaron un dispositivo para su localización, pero a la fecha no ha sido reaprehendido.
El penal de Barrientos fue recientemente señalado por un estudio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, como un penal con severas deficiencias en la entidad.
No solo enfrenta un grave problema de sobrepoblación que produce el hacinamiento en las celdas, sino también padece de falta de personal de custodia según el diagnostico hecho por la CDNH sobre este centro penitenciario.
El penal, dice el estudio, tiene una capacidad instalada para atender a mil 123 internos, pero al cierre del año pasado tenía casi cuatro mil reos.
También fue reprobado por la CNDH por no garantizar la integridad física y moral de los internos, por la insuficiencia de instalaciones necesarias para su funcionamiento y por las pocas condiciones de higiene.
Lo más grave es que la sobrepoblación y la falta de personal han provocado que las autoridades no tengan todo el control sobre el centro, por lo que fue diagnosticado como un foco rojo en el tema de co-gobierno, donde los internos pueden ejercer funciones de autoridad sobre todos reos.