Redacción
Un promedio de 10 a 15 accidentes viales cada semana se presentan sobre la carretera México – Toluca, principalmente en el tramo que comprende del kilómetro 35 al 48, cuya pendiente baja de La Marquesa al municipio de Lerma, que en los últimos meses ha derivado en cerca de 20 decesos por fatales percances vehiculares.
El gobernador Eruviel Ávila Villegas solicitó al Gobierno Federal realice obras que permitan la reducción de riesgos sobre dicha carretera. El mandatario estatal dijo que su administración sostendrá plena colaboración para ejecutar las acciones necesarias que disminuyan los accidentes en este tramo vial.
Informes de la Cruz Roja Mexicana reportan que en lo que va del año se han atendido alrededor de 600 accidentes vehiculares en la carretera que conduce del Distrito Federal a la capital mexiquense.
En entrevista, Ávila Villegas expuso que su gestión realizará operativos carreteros con la participación de seis patrullas de la Policía Estatal y agentes policíacos que obliguen a la reducción de velocidad por parte de los 60 mil automovilistas que diariamente circulan en dicha arteria carretera.
El titular del Ejecutivo estatal reconoció que la Policía Estatal no puede actuar de “muto propio” en dicha carretera de jurisdicción federal, por lo que puso a disposición del gobierno federal policías y patrullas.
“Estoy muy preocupado pero además ocupado, porque recientemente han acontecido una serie de accidentes en la carretera México-Toluca. No puedo, ni podemos esperar a que las obras se realicen y esperar a que lleguen las autorizaciones administrativas. Más que repartir culpas, tenemos que repartir responsabilidades. No podemos perder más vidas y tener más gente herida, ni pérdidas materiales como se han tenido en las últimas semanas, en los últimos meses”, aseveró.
Además se solicitaron ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes una serie de obras en el tramo peligroso para reducir los riesgos de un accidente, como cerrar definitivamente los retornos que impliquen maniobras peligrosas, la sustitución y ampliación de las boyas para la reducción de velocidad, el retiro de los espectaculares que puedan robar la atención de los conductores, y la construcción de más rampas de frenado en la zona, sobre todo para contener a los autobuses y tractocamiones que constantemente se quedan sin frenos y provocan accidentes fatales.
Por último, consideró necesaria la instalación de centros de verificación de peso y dimensiones, porque muchas de las unidades involucrados en accidentes han ido con sobrecarga.