Por Juan Carlos Cartagena Abaurre
Las secuelas de la Ceremonia del Centenario han dejado huella en los corazones de los aficionados, directiva y ex jugadores del Deportivo Toluca. La buena vibra, el llanto, el sudor convertido en títulos que volvió a rondar por el tapete verde del Nemesio Díez son los ingredientes de una fórmula mágica para llevar al título. Pero hoy no se gana con buenas intenciones solamente, eso es sólo lo mental, y lo elemental es tratar bien a la pelota.
Este miércoles veremos qué jugadores sienten y cuáles se cimbraron con lo vivido el sábado. Es tiempo de empezar los últimos esfuerzos y esta semana vienen dos compromisos interesantes.
El rival del miércoles
El sábado narré el Monterrey vs Pachuca, y está muy claro que estos Tuzos están muy lejos de lo que fueron apenas hace seis meses. 4-3-3 con dos alas y un delantero centro es su cantado sistema. Urretaviscaya no jugó el duelo pasado y su regreso a la planilla inicial va ser clave para tener profundidad. Con Guzmán y Gutiérrez se cumple en amplitud, pero a Puch, Honda y Sagal parece no alcanzarles para hacer profundo al equipo. La expulsión de Franco Jara será otra merma para los Hidalguenses.
Ojo ahí
Si Diego Alonso prescinde de Many García y da bola a Robert Herrera, ahí está el pan. El uruguayo no es lateral y padece cuando lo ubican ahí.
El 11 inicial
La recuperación de Uribe será el primer dilema por resolver para Cristante, meter a su centro delantero y mejor anotador en el torneo, o repetir la dupla de los Alexis. Después, Velarde debe regresar al 11 sin ninguna duda y fuera de ahí los demás parecen inamovibles. Mateus por Droopy una pretensión de la afición que quizá se dé más pronto de lo que pensamos.
La clave
Toluca ha perdido dos partidos, en ambos los rivales han sido más robustos en media cancha y han aprovechado los espacios largos. Hacer largo el campo son características que le vienen bien a Pachuca, que con Urretaviscaya, Honda, Puch y hasta Germán Cano, van a ser rápidos en la transición y buscarán posesiones cortas.
Por el contrario, Toluca debe buscar más trabajo en los conceptos de amplitud y profundidad; Rubens y Vega por fuera van hacer trizas a «Shaggy» Martínez y Robert Herrera, si es que los mantiene en el 11 Diego Alonso. De lo contrario, será vital la llegada de Rodrigo Salinas para hacerle el 2 a 1 a Tuzos y obligar a Puch a que baje a una zona en la que no es peligroso. En la contra Pachuca defiende muy mal, así que es otra llave a favor del Rojo, que por lo anterior tendía más chances de ganar jugando con los Alexis desde el primer minuto.
Conclusión
La Ceremonia, los videos, las luces, los cohetes, el himno, el llanto y la emoción de la gente, el esfuerzo de la directiva y de quienes pusieron un granito de arena SÍ tienen precio, y no es económico, se llama esfuerzo, se trabaja con huevos y se suda con el escudo en el alma.
No creo que a uno solo de los jugadores de la plantilla actual haga falta decirle que su directiva y afición pusieron la mejor de las vibras, le dieron un ambiente único y propició para la motivación. . En el caso de la afición, ese «matador» número 12 que tiene Toluca en la grada, ha hecho lo que está a su alcance, sólo falta correspondencia.
El sábado debe tomarse la ceremonia como un acto de iniciación infernal para el equipo actual. A algunos se les huele lo diablos (Vega, Tala, García, Rios), otros llegaron y les salieron cuernos (Salinas, Velarde, Rubens, Canelo), pero otros hasta el sábado quedaban a deber, y lo que vieron en el cónclave del Centenario debe ser la posesión diabólica que les falta. Si alguno de ellos llegó sin saber el significado de ponerse la playera del Toluca, el sábado pudo preguntarle al polvo de los que inmortalizaron con un título, debieron empaparse del sudor de los que rompieron récords de goles, puntos, y de miedo infundido en el rival. Desde este juego, no hay más crédito, porque no sería justo desaprovechar en apatía la inyección de emoción y mentalidad que la Ceremonia Centenario les ha otorgado. A un diablo de verdad, los cuernos le salen sudando la playera, ojalá sea el inicio de un gran final del centenario, y si no, que el infierno se los demande.
Gracias por leerme y jugar conmigo.
