Toluca, Edomex. 30 de enero de 2018.- El Salario Rosa se aplicará en las zonas más pobres del Estado de México antes del mes de abril. Al menos 50 mil mujeres de escasos recursos habrán recibido una primera ayuda económica antes de que arranquen las campañas electorales. Ahí radica la principal apuesta clientelar del gobernador Alfredo del Mazo. Si el delmacismo logra imponer en la agenda pública su política asistencial, contará con una maquinaria priísta de gran potencial para ir a las urnas en julio próximo.
La campaña electoral de Del Mazo tuvo como eje articulador, la promesa de otorgar un salario a las amas de casa en condición marginal. La tarjeta rosa fue un artilugio que se repartió entre potenciales votantes. De oferta electoral se convirtió en exigencia social. Allí, donde las mujeres no tienen oportunidades de empleo, con una limitada preparación académica y abundantes carencias. Ese mismo sector poblacional, que las encuestas ubican como el voto duro del priísmo tradicional.
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La dinastocracia no pudo ganarlo todo. En el reparto de candidaturas, la postulación de César Camacho Quiroz y Carolina Monroy del Mazo, para los cargos de senador y alcaldesa de Metepec, dejó fuera del espectro electoral a sus hijos que buscaban aparecer en la boleta. En la carrera por los votos, Mariano Camacho y Ernesto Nemer Monroy se quedaron esperando. Otra sorpresiva exclusión en Metepec fue la de Laura Barrera, que no encontró acomodo en las asignaciones. Entre 2009 y 2015, había alternado entre diputada local y federal.
Lo cierto es que tanto César como Carolina tienen un desafío cuesta arriba. De entrada, porque ambos buscan repetir un cargo que ya ocuparon. En segundo lugar, Camacho y Monroy ya han padecido la derrota electoral en comicios presidenciales, cuando contendían por el mismo puesto. Él en los comicios del 2000 y ella en la elección de 2006. Pese a todo, han sido ungidos por el priísmo para enrolarse en una nueva elección, quizá la más competida en la reciente democracia del país.
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A casi cinco meses de haber asumido la gubernatura, Alfredo del Mazo ha decidido reducir las apariciones públicas de su esposa, Fernanda Castillo Cuevas. Al arranque de su gestión, era recurrente ver al matrimonio Del Mazo – Castillo de un lado a otro. Sin embargo, la relación familiar de Castillo con el candidato presidencial priísta, José Antonio Meade ha resuelto que disminuya su actividad política. Y de paso, resaltar la investidura del mandatario mexiquense.
Fernanda Castillo Cuevas es prima de Juana Cuevas, la popular esposa de Pepe Meade. Por esa razón, Del Mazo decidió que su bono político no puede basarse ni depender de su pareja. Lo cierto es que Fernanda Castillo, es además, prima de Gabriela Cuevas, la senadora panista que recién renunció al partido de toda su vida política, para incrustarse en el círculo cercano del candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador. Como diría el clásico: ¡Qué bonita familia!
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