Toluca, Edomex. 29 de mayo de 2017.- Alfredo del Mazo recibió el cobijo de los exgobernadores mexiquenses. El cierre de filas de la vieja guardia para muchos llegó muy tarde. Apareció Montiel y Chuayffet, ambos enemistados y distanciados con el padre del candidato. Lo cierto es que para el priísta, la presencia de los exmandatarios representa esa carga de negativos que se convierten en voto de castigo. Forzados en el cierre de campaña: Ana Lilia e Iriarte, a quienes se les esfumó la candidatura priísta en enero pasado.
Eruviel por fin dio espaldarazo al heredero del Grupo Atlacomulco. El gobernador mexiquense desapareció durante la campaña. Desde Ecatepec soplaban los vientos que el Grupo Atlacomulco estaba muerto. Hoy, la élite política hegemónica desde hace ochenta años busca reivindicar su dinastía. Alfredo es heredero de un poder erigido por Isidro Fabela. Hijo y nieto de exgobernadores. Ávila entiende que su futuro político depende del resultado del 4 de junio. La suerte está echada, ahí están los Duarte de Chihuahua y Veracruz, Borge en Quintana Roo, Yarrington en Tamaulipas, y quienes quieran sumarse.
La Plana Mayor arropó a Del Mazo. De los gobernadores priísta sólo faltó Claudia Pavlovich de Sonora -cercana a Beltrones- y quienes también enfrentan elecciones: Moreira de Coahuila y Sandoval de Nayarit. Acompañando la causa delmacista estuvo el coordinador senatorial, Emilio Gamboa; además de los secretarios federales Gerardo Ruiz Esparza, Pepe Calzada, José Narro y Rafael Pacchiano. En primera fila Enrique Ochoa, Claudia Ruiz Massieu y Francisco Guzmán, el empoderado jefe de oficina presidencial.
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Óscar González se doblegó. Ante su nulo crecimiento y su inminente fracaso electoral, decidió declinar por Delfina Gómez bajo el argumento del interés superior del Estado de México. El dueño de la franquicia petista en la entidad, no tiene un gran reducto de votos, y fue incapaz de convencer a todos los suyos de sumarse al proyecto de Morena. En la trayectoria de González Yáñez sobresalen más los escándalos personales y las derrotas electorales que los brillos políticos. Un burgués de la izquierda al servicio de López Obrador.
Desde ayer domingo proliferaron espectaculares con la imagen institucional del PT. Acusa González Yáñez que se trata de una trampa gubernamental que busca confundir. Ayer, por fin, apareció con Delfina Gómez para mostrarle su apoyo, y demostrar que aún tiene cabida en el proyecto de Andrés Manuel. Los activos del PT parecen restar más que sumar.
El diputado local del PT, Óscar Vergara apareció el sábado anterior levantándole la mano al perredista Juan Zepeda. La izquierda se encuentra dividida, fragmentada, y probablemente el voto de castigo o voto útil se atomice demasiado, o lo suficiente para que el priísmo logre ganar. El PRD no cederá un ápice ante su propia apuesta por conservar sus bastiones electorales. A un gran sector perredista le conviene el triunfo delmacista.
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En el naufragio de la panista Josefina Vázquez Mota, es indudable el respaldo incondicional del alcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar. Casi once mil simpatizantes simpatizantes acompañaron a Vázquez Mota en su cierre de campaña. Aunque lejana en las encuestas, el panismo busca dar una pelea que le garantice la supervivencia electoral de cara a la presidencial del año entrante. Vargas fue artífice de la candidatura de Josefina, y hasta el final muestra que no la ha abandonado. Del resto de alcaldes panistas no se podría decir lo mismo.
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