Toluca, Edomex. 28 de octubre de 2015.- Eruviel Ávila asumió ayer una postura irrestricta: erigirse como el primer priísta del Estado de México. El mandatario mexiquense ha lanzado la señal de que buscará convertirse en el factor de decisión y el gran elector del candidato del PRI a la gubernatura. En la toma de protesta de Carlos Iriarte como dirigente estatal del tricolor, Eruviel decidió tomar el sitial del primer priísta en la ruta decisoria, cuando restan alrededor de 16 meses para ungir al candidato del PRI para sucederlo.
“Quien se mueve no sale en la foto”, rememoró Ávila al eterno líder sindical de origen mexiquense, Fidel Velázquez. El mensaje pareció claro y certero. Los destinatarios ocupaban las primeras filas: Alfredo del Mazo, coordinador de los diputados mexiquenses en San Lázaro; y Ana Lilia Herrera, senadora mexiquense, que se ha desdibujado de sus aspiraciones electorales. La frase corta caló hondo entre los asistentes. Eruviel amagó a los aspirantes que ya se mueven sin su consentimiento. Desde esa postura, Ávila busca convertirse en el gran elector priísta.
Con su ungimiento como dirigente estatal priísta, Carlos Iriarte se convirtió en un aspirante más por la gubernatura. Para Iriarte hubo arropo del gobernador. La convocatoria fue amplia. La clase gobernante en el entorno del acto. Manlio Fabio Beltrones y Eruviel Ávila. Diputados Federales y Locales. Alcaldes electos. Ignacio Pichardo como único exgobernador presente. La gran ausencia Arturo Montiel, su gran tutor. Carlos es uno más de los Golden boys, el mismo grupo político del que nació Enrique Peña. Iriarte hará del PRI una bandera de campaña personal.
El mayor espaldarazo de Eruviel vino para Pepe Manzur. “Agradezco la presencia de mi brazo derecho, José Manzur”, pronunció el mandatario estatal. El ecatepense subió a la carrera electoral a Pepe. Desde la secretaría general de gobierno Manzur podrá impulsar sus aspiraciones. Hace 60 años fue la última ocasión en que el secretario general de gobierno se convirtió en gobernador. El dato paradójico, ese personaje fue Alfredo del Mazo Vélez, abuelo de Alfredo del Mazo Maza.
Los únicos con derecho a hacer campaña son José Manzur y Carlos Iriarte. Pese a todo, tanto Manlio Fabio Beltrones como Eruviel Ávila mostraron su deferencia a Alfredo del Mazo. Agradecieron su presencia al primo del presidente Enrique Peña. En las dos cartas que ayer se destaparon, se concita la pugna entre los Luises, Videgaray que arropa a Manzur; y Miranda que impulsa a Iriarte. Ambas piezas le fueron incrustadas a Eruviel desde Los Pinos. Manlio también se subió a la toma de decisiones, que en adelante deberán de ejecutarse. De Beltrones a Eruviel, la decisión final no se tomará en solitario.
Mal empezó Carlos Iriarte. En el acto hubo priístas de primera y priístas de segunda. En el recinto ceremonioso, la clase gobernante, los servidores públicos y los políticos de elección popular. Afuera, en la explanada, frente a una gran pantalla, la fuerza militante, la estructura del partido, alejada del presidente que se asume como su par. La prensa también segregada, excluida del evento. Restringida la entrada al acto partidista. Para evitar entrevistas y limitar el ejercicio periodístico. La sala de prensa fue improvisada en una carpa dotada de computadoras pero sin Internet. Ese fue el arranque atropellado.
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