Toluca, Edomex. 27 de noviembre de 2017.- ¡Vaya, vaya! El inminente destape de José Antonio Meade como precandidato del PRI a la Presidencia de la República, ha desatado una serie de especulaciones en los tiempos electorales del Estado de México. Una vez que sea oficializado el abanderado priísta, habrá una recomposición en los escenarios políticos mexiquenses. Alfredo del Mazo se inscribió un 27 de enero como precandidato a gobernador. Este 27 de noviembre, todo apunta a que Pepe Meade renuncie a la Secretaría de Hacienda y se encamine a la candidatura presidencial.
De confirmarse la ascendencia de Meade, el canciller Luis Videgaray se impondría como un gran elector. El ungimiento a favor de la tecnocracia no es una buena señal para Alfredo del Mazo. Entre Del Mazo y Videgaray existe un distanciamiento, que data de la cercanía del segundo con Eruviel. Pese a todo, la dominancia del Estado de México se abrirá a empellones entre Del Mazo, Luis Miranda y Ernesto Nemer, la triada en las decisiones del futuro electoral.
Miguel Ángel Osorio Chong ya desistió a su aspiración presidencial. Luis Miranda apostaba al exgobernador de Hidalgo como contrapeso al equipo de tecnócratas que encabeza Videgaray. Con la dimisión de Osorio, se esfuman los afectos de Alejandro Ozuna -actual secretario de gobierno- quien trabajó en Bucareli en los últimos cinco años. Nemer, otro de los cercanos a Miranda, pierde con la salida de Chong de competencia. Meade fue jefe de Nemer en la Sedesol, en este sexenio peñista.
Eruviel Ávila otorgó un momento de humor involuntario. En una entrevista colectiva, del pasado sábado, insistió en que seguía “vivito y coleando” por la candidatura presidencial. Esa frase amenazante le sirvió hace seis años por la gubernatura mexiquense, sin embargo, está claro que Ávila sólo aparece como aspirante presidencial en las oficinas del PRI capitalino y en Televisión Mexiquense. La encomienda eruvielista busca incidir en ser el reemplazo de Enrique Ochoa al frente del PRI nacional.
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La locura que desata las redes sociales, ha encaminado a algunos medios del norte del estado a presentar sondeos sobre posibles candidaturas a las presidencias municipales. El ejercicio probabilístico, sin metodología, difunde algunas ternas de priístas destacados. La encuesta no incide, y en algunos casos tampoco coincide, con los escenarios electorales del PRI estatal. Sin embargo, las encuestas han alborotado el gallinero priísta, por aparecer en escuestas que tendrán nulo impacto en la toma de decisiones del futuro inmediato.
Alfredo del Mazo está por decidir las candidaturas a alcaldes y diputados locales. Es altamente probable que los candidatos sean notificados en un plazo de treinta días. El mandatario sopesa la lealtad política, la eficacia electoral y los equilibrios con actores políticos y exgobernadores. El resto sale sobrando. Y la gran incógnita es la ascendencia de Pepe Meade en esa toma de decisiones.
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