Toluca, Edomex. 27 de febrero de 2019.- Hace algunas semanas, Juan Rodolfo Sánchez Gómez convocó a una reunión con expresidentes municipales de Toluca. A la cita acudieron priístas y panistas. La gran ausencia del encuentro fue Fernando Zamora. Ayer, Alejandra del Moral imitó el ejercicio e invitó a los exalcaldes priístas. Otra vez, Fernando Zamora no asistió ni con los suyos. Con Del Moral, se sumó Guillermo Legorreta y no llegó Chuayffet. Lo cierto es que el profesor encumbrado hoy vive sus momentos más aciagos y ha preferido alejarse de los reflectores públicos.
Es tanta la malaria que persigue a Fernando Zamora, tras dejar la alcaldía de Toluca, que es de los expresidentes municipales no considerados por Alfredo del Mazo para ser rescatados a su gabinete; con todo y que el exlíder magisterial ganó la elección de gobernador en la capital. Quizá esa sea la razón para que el exalcalde no haya ido ni con Juan Rodolfo ni con Del Moral. Durante el proceso de reelección y tras su derrota, Zamora se sintió abandonado. A eso se debe agregar que es el enemigo número uno del actual gobierno municipal.
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A noventa días del arranque del gobierno federal, aún quedan muchas dudas sobre el quehacer de las delegaciones federales, que se prometió desaparecerían para disminuir la carga burocrática. En su mayoría siguen funcionando, sin embargo, a la distancia de tres meses, las secretarías no han nombrado delegados que se hagan cargo de los despachos y de su personal. No hay procesos de evaluación ni de seguimiento a sus tareas cotidianas.
La súper delegada, que convertiría a Delfina Gómez en una vicegobernadora parece una falacia. En su margen de maniobra sólo han quedado los programas sociales, en una simple delegada de la Secretaría del Bienestar. Y semanalmente, dedica parte de su agenda, a la revisión de la estrategia de seguridad en reuniones con Alfredo del Mazo. En lo política, representa una ascendencia sobre todos los alcaldes morenistas, y algunos diputados, sobre todo los más cercanos a Higinio Martínez.
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El PRD ya llegó a tres diputados locales. Anoche, la legisladora Claudia González Cerón renunció a la bancada de Morena; y en una misiva inmediata anunció su adhesión a la pírrica bancada perredista. Claudia prefirió ser cabeza de ratón que cola de león, y es que es indudable que tendrá una mejor proyección como parte de una minifracción, que flotar en la abrumadora mayoría morenista. Lo cierto es que, Maurilio Hernández deberá meter orden y someter a quienes le deben su curul al efecto López Obrador, para evitar una futura desbandada.
Claudia González Cerón es parte de esa dinastocracia de la izquierda. Es hija de Irma Cerón, quien fue diputada local por el PRD entre 2006 y 2009. La legisladora murió en funciones. Ambas, madre e hija, ganaron su curul por el distrito 42 de Ecatepec. Claudia ha decidido regresar al partido donde comenzó a hacer política. Es fundadora de la Unión de Colonias Populares (UCP), una agrupación controlada por su familia que siempre se ha identificado con el PRD.
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