Toluca, Edomex; 25 de octubre de 2019.- Alberto Bazbaz tuvo su acercamiento con la clase gobernante del Estado de México hace una década. Corría el sexenio peñista y Abel Villicaña presentaba su renuncia. La rumorología empujaba la idea de que David Korenfeld sería procurador de justicia. Entonces, apareció en la escena un Bazbaz con quien había conformado años atrás un despacho jurídico; y su mayor trascendencia fue la inverosímil indagatoria del caso Paulete, lo que obligó a su renuncia. En sustitución entró Alfredo Castillo Cervantes.
Su mayor fracaso y escándalo profesional fue a la vez su mejor catapulta política. El ascenso de Castillo lo acercó con la familia Cervantes, y muy particularmente con Humberto Castillejos, quien fue su impulsor para ser nombrado al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera, y por corto tiempo al frente del Cisen en el sexenio peñista. Hoy tanto Bazbaz como Castillo son investigados por su presunta relación con una empresa de espionaje. Ambos están en la mira desde hace algunas semanas de Santiago Nieto, quien les atribuye su salida de la Fepade en la administración pasada.
——————-
Juan Pedro García ha encontrado obstáculos en su ambición por hacerse del control del PRI estatal. Su perfil político le garantizaría por mucho la Secretaría General, favorecido por su cercanía con el gobernador Alfredo Del Mazo. Otra posibilidad abierta es otorgarle la Secretaría de Organización, con el riesgo de que empoderado y envalentonado, pueda despedir a decenas de delegados con el afán de colocar a su grupo político. Los priístas lo prefieren como secretario general de ornato que como chivo en cristalería en organización. Veremos.
Lo cierto es que, el pasado martes el dirigente de Unidad Revolucionaria sólo estuvo acompañado por una veintena de personas. A eso se reduce la famosa organización que le ha llevado dos años conformar. El liderazgo más visible, es el dirigente de burócratas en Huixquilucan, Froylán Santana, quien ni las manos metió en la elección pasada como candidato a diputado local.
—————————-
Podrá ser que Higinio Martínez no sea bien visto por todo el círculo cercano al presidente López Obrador. Sin embargo, hay un personaje clave que le puede abrir la puerta para recibir el aval presidencial por la dirigencia estatal morenista. Se trata de Delfina Gómez, la súper delegada en el Estado de México. Su sacrificio como candidata a gobernadora hace dos años, generó ganarse el afecto del tabasqueño, y es a la fecha una de las mejor evaluadas entre sus pares.
Delfina mantiene un bajo perfil, pero sabe que sus lealtades políticas están con el grupo de Higinio, quien la cobijó en su carrera política hace siete años, cuando se convirtió en alcaldesa de Texcoco. Sin mucho protagonismo, y sin usar su cargo para fines partidistas, hace lo necesario para fortalecer a su grupo político.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
