Toluca, Edomex; 25 de julio de 2019.- El panismo mexiquense iniciará este fin de semana los procesos de renovación de sus comités municipales. Hay muy poca efervescencia entre la militancia blanquiazul. El desafío más complejo para el PAN en el Estado de México, es reconocer quienes permanecen en el partido. Muchos de sus liderazgos emigraron desde el año pasado a la oleada morenista y otros más a los estrenados gobiernos municipales. Un puñado más, han lanzado un guiño por la creación del partido México Libre que impulsa el expresidente Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala.
Las asambleas panistas reivindicarán el poder político de sus liderazgos más visibles: Enrique Vargas, Jorge Inzunza y Víctor Hugo Sondón. Atrás han quedado los tiempos de Ulises Ramírez. Los últimos candidatos a gobernadores, Luis Felipe Bravo Mena y Josefina Vázquez Mota, simplemente carecen de ascendencia entre el panismo mexiquense. La elección de sus comités municipales deberá fijar prioridades electorales rumbo a los comicios intermedios de 2021. Toluca, Naucalpan, Metepec y Atizapán de Zaragoza serían un propósito irreductible frente al otrora corredor azul.
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En el priísmo estatal, hay quien pretende adelantar los tiempos políticos. Las élites del Grupo Atlacomulco andan muy inquietas para elegir a su nuevo dirigente. Es cierto, la elección del reemplazo de Alejandra del Moral debe pasar por el consenso de la mayoría de los exgobernadores. Sin embargo, la decisión final deberá aterrizar en el escritorio de Alfredo Del Mazo. Al final, el único responsable de las elecciones de 2021 y 2023 no serán sus antecesores, sino directamente el inquilino de Lerdo 300.
El PRI requiere de renovación, insisten los desplazados de siempre. No obstante, algunos sectores de la comentocracia apuestan por el reciclaje de quienes ya tuvieron su oportunidad, o por el impulso de quienes carecen siquiera de militancia. El camino luce muy empedrado, como para correr con tantos meses de anticipación. El desdén por el partido, es otro factor que no debe excluirse, frente a la visión tecnócrata de los últimos sexenios mexiquenses.
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En las piezas del ajedrez eruvielista, hay más piezas que actualmente juegan desde la oposición. Isidro Pastor, Mauricio Valdés y Trinidad Franco no son todas ni las únicas. Ahí también figura Luz María Zarza Delgado, que despacha en la dirección jurídica de Pemex, que marcan las huellas persecutoras de Emilio Lozoya, y eventualmente de otros políticos mexiquenses.
Además de Carolina Charbel Montesinos, que tras ocupar la secretaría general del PRI, ahora es una cercana colaboradora de Marcelo Ebrard. Y la mayoría, crecieron bajo el arropo del inseparable del exgobernador, José Manzur Quiroga.
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