Toluca, Edomex; 24 de noviembre de 2021.- Raciel Pérez aspiraba a gobernar Tlalnepantla por los próximos tres años mediante la reelección. Durante el trienio que fungió como alcalde, pretendió erigirse como un grupo político independiente de Higinio Martínez y Daniel Serrano. La derrota electoral demostró que no estaba preparado siquiera para retener su municipio. Ahora, en medio del fracaso personal, ha decidido que no concluirá su mandato y se retirará del encargo el próximo 6 de diciembre; es decir, no afrontará formalmente el proceso de entrega – recepción el próximo mes de enero.
El mismo 6 de diciembre, se tiene previsto que rinda protesta de manera simbólica Marco Antonio Rodríguez Hurtado como alcalde de Tlalnepantla. Tendrá una ardua tarea para revisar las finanzas, los contratos y las deudas que heredará de Raciel Pérez, quien ahora presume cercanía con la jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, como una salvación a su seguridad personal.
En la capital mexiquense, Raymundo Martínez ya es un invitado formal de actos públicos -tanto de la iniciativa privada como de gobierno- lo que pone de manifiesto que, aunque entrará en funciones hasta enero, ya asume una gran toma de decisiones en el presente y futuro de la capital mexiquense. El gabinete está definido y con equilibrios: de su pasado eruvielista, su presente delmacista, y pinceladas vinculadas a Martha Hilda y al panismo que le impulsaron al triunfo electoral. Su toma de protesta será el 9 de diciembre, lo que desplazará por completo las funciones del todavía alcalde, Juan Rodolfo Sánchez.
Una de las grandes apuestas que tiene el panismo, de los gobiernos ganados en junio, será Cuautitlán Izcalli. Karla Fiesco asumirá funciones en uno de los municipios de mayores escándalos de alcaldes morenistas salientes. Su gran desafío será la recomposición de la policía municipal, envuelta en escándalos mediáticos y públicos. Lo que es una incógnita, es la posible construcción de un gobierno de coalición con la figura priísta más emblemática del municipio: la dirigente estatal y exalcaldesa, Alejandra del Moral.
En Naucalpan, Angélica Moya ha preferido mantener un bajo perfil. El panorama financiero es desolador. Deudas con proveedores, nóminas sin pagar y un descontento social con el gobierno saliente de Patricia Durán. La panista electa ha determinado asumir una notoriedad hasta entrar en funciones, el próximo 1 de enero. Desde su campaña electoral, y en el periodo de transición, ha mantenido una gran mesura, para evitar expectativas que no pueda cumplir.
Sin embargo, hay un panorama general: enormes pasivos que deberán sortear mediante participaciones comprometidas o nuevos endeudamientos.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
