Toluca, Edomex; 23 de octubre de 2020.- Nadie en su sano juicio -político- podría considerar la búsqueda de una alianza electoral con el PRI del Estado de México en los próximos comicios, por sus pésimos resultados en la historia reciente. Sus acostumbrados aliados, el Partido Verde y Nueva Alianza apostarán al armado de estructuras propias y afianzar su registro en el territorio estatal.
El Partido Verde no sólo competirá en solitario, sino que tendrá como abanderados a expriístas: Rafael Osornio, Ernesto Monroy, Luis Miranda Barrera, Adolfo Solís, Jorge Ramos Campirán, Luis Alberto Carballo, y otros más.
De Nueva Alianza poco se sabe, pero apuesta a la operación del magisterio federal para conservar su partido, y en un golpe de suerte contar con diputados locales, y algunos espacios de representación en los 125 Ayuntamientos.
Hace tres años, el Partido Encuentro Social -hoy rebautizado como Encuentro Solidario- apoyó al priísta Alfredo Del Mazo. Un año después, apostó por la candidatura presidencial de López Obrador, y se mantendrá en la acera del partido gobernante para el año próximo. Con el PRI hay cero posibilidades.
El PAN desistió de conseguir una gran alianza, luego de que hace algunos meses Ricardo Aguilar -hoy autonombrado progenitor de las victorias priístas- obligó a Alejandra del Moral a desdecirse de un guiño virtual por construir una coalición prianista. Enrique Vargas recogió el balón, y decidió jugar también en solitario.
El PRD y Movimiento Ciudadano se coaligaron hace dos años con el PAN, pero perdieron terreno en esa aventura electoral. Actualmente, deshojan la margarita con la valoración de hacer alianzas parciales, pero con la misma estrategia que acompañaron en la elección presidencial de 2018. El PRI no está en su horizonte.
El PRI saldrá a buscar alianzas electorales, esperando no encontrarlas. Y es muy probable que nadie quiera juntarse con el otro partido hegemónico.
Sean sesiones presenciales o virtuales, quien roba cámara de manera consistente es el exgobernador Arturo Montiel. Es el único que tiene una asistencia permanente en las actividades de su partido, su propósito: influir en la toma de decisiones de las candidaturas que están por definirse en corto plazo.
Eruviel Ávila anda muy activo en las benditas redes sociales, pero hace mucho que no se le observa en las sesiones del priísmo local. Era más probable verle, hasta antes de la pandemia, en los eventos del senador Higinio Martínez.
César Camacho es el exgobernador que más influye en determinados sectores del gobierno y del partido, pero pocas veces aparece en la sede priísta. Mientras que Emilio Chuayffet, prácticamente vive un exilio político tras su salida de la Secretaría de Educación del sexenio presidencial peñista.
Enrique Peña, en su calidad de expresidente, y desde España, difícilmente se dará tiempo de algún día regresar a la sede del PRI que lo vio nacer.
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