Toluca, Edomex. 23 de junio de 2015.- Entre los funcionarios de alto nivel prolifera un amplio desdén y profunda despreocupación. Con todo y que los universitarios habían anunciado con anticipación una marcha ante el secretario de Movilidad, Isidro Pastor, éste prefirió irse a un evento oficial que atender la indignación social que causa el desastre del transporte público en la entidad. Es una conducta sistemática entre la clase gobernante, pues a pesar de la coyuntura social que padece de una crisis política insorteable en el caso de Isidro Pastor parece que no entiende que no entiende.
No es la primera ocasión que el gabinete eruvielista sumido en una crisis apuesta al olvido como estrategia del control de daños. Hace apenas unos meses, la misma acción o inacción, le costó el cargo a Apolinar Mena, quien debió renunciar a la Secretaría de Comunicaciones. Frente al desastre por el que atraviesa el ramo del transporte público, la dimisión de Isidro es apenas un caso de dignidad pero que evidentemente no resolvería las carencias y anomalías por las que atraviesa el servicio de pasajeros.
Isidro Pastor es parte del círculo cercano al secretario de gobierno, José Manzur y al secretario de desarrollo agropecuario, Arturo Osornio. En ese núcleo político encuentra su anclaje al gabinete de Ávila Villegas. Desde su ingreso al gabinete eruvielista, Pastor fue mal visto por personajes como Ricardo Aguilar, y parece encontrar la coyuntura perfecta para provocar su caída. Lo cierto es que una decisión así sólo resolvería los agravios políticos pero en lo absoluto resarciría los daños sociales de los últimos meses.
—————-
En el escenario postelectoral, la conformación de la próxima legislatura mexiquense se encuentra en vilo. La principal amenaza se concentra en las bancadas del PRD y el Partido Verde, respectivamente. Cada una de esas fracciones legislativas podría perder un legislador según la asignación de diputados realizada por el Instituto Electoral del Estado de México. Las impugnaciones acusan una sobrerrepresentación. En paralelo, las bancadas del PAN y la naciente y sorpresiva Morena, podrían hacerse de un legislador, si se revierten las decisiones tomadas por órgano electoral.
La otra gran consigna es determinar si el PRI tendrá derecho a presidir la Junta de Coordinación Política durante los tres años de la legislatura estatal. Han pasado dos legislaturas, en donde la hegemonía priísta le ha permitido dominar y controlar en lo político y en lo administrativo el Congreso mexiquense. La mayoría priísta ha posibilitado además hacer invisible el equilibrio y la división de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx