Toluca, Edomex. 23 de abril de 2018.- El debate de los candidatos presidenciales traerá consigo consecuencias inmediatas en las estrategias de campaña. Las campañas electorales locales no pueden mantenerse al margen de las preferencias electorales presidenciales. El PRI hace números en un escenario perturbador. Luego de un post debate que no favorece a Meade, el delmacismo deberá plantearse qué hacer para evitar un cataclismo electoral. Hay municipios prioritarios por su competitividad, y es ahí donde parece deben concentrarse los esfuerzos de la promoción electoral. En el Valle de México, la contienda no sólo parece definida, sino también pérdida por carecer de conexión con el electorado.
Entre panistas y perredistas hacen cuentas alegres en sus otrora bastiones electorales. Anaya y Zepeda pueden convertirse en una fórmula que les regrese a la contienda, y les otorgue una amplia representatividad en la Legislatura Estatal. Tendrán con ello, posibilidades de ser la bisagra entre la gobernabilidad política de Alfredo del Mazo, o bien, ser un bloque opositor junto a Morena, para consolidarse en un contrapeso desde el Poder Legislativo, y posiblemente gobernar a la mayoría de la población desde los muncipios con mayor densidad demográfica.
Morena puede ratificar su fortaleza electoral del año pasado, pero eso dependerá de solventar sus propias candidaturas, de cubrir sus estructuras de defensa del voto en las más de 19 mil casillas, y contar con una oferta política que logre concitar los intereses locales de cada distrito electoral o municipio. No basta con el liderazgo y el arrastre que parece irrefrenable para López Obrador. Jugarán contras las estructuras clientelares de mayor eficiencia electoral en el país: el priísmo mexiquense.
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Ya pasaron tres días de que venció el plazo para aprobar las candidaturas de todas las coaliciones y partidos políticos, pero resulta que hay 71 planillas que se mantienen en absoluto hermetismo por parte de la alianza Morena – PT – PES por incumplir con la paridad de género, o simplemente presentar documentación incompleta. En las últimas semanas, Morena cedió al PT con una decena de candidaturas a alcaldías, y ahí vino un desajuste de la repartición de géneros y bloques de competitividad. La alternativa está entre corregir las candidaturas asignadas a mujeres y reavivar el riesgo de romper su alianza con el PT en al menos diez municipios.
Lo cierto es que todos los partidos políticos demostraron su falta de democracia interna, pero en el caso de Morena dejaron correr los tiempos hasta el final. Apretados por los plazos legales, sacaron sus candidatos mediante encuestas que sólo las élites políticas conocieron. Y en menos de 15 días intentaron procesar la integración de planillas, lo que para el resto de los partidos y coaliciones les llevó hasta dos meses de concertación. Deja la impresión de que Morena está confiado en un triunfo abrumador sin importar los perfiles de sus candidatos, sino que bastará con la incidencia de López Obrador en la zona centro del país. Y así han permitido un vacío en sus definiciones que hoy los tienen en un abismo.
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A propósito de las candidaturas avaladas por el Instituto Electoral del Estado de México, sorprendió la postulación del Partido Verde a favor del regidor por Toluca, el empresario Pepe Monroy, que ahora busca ser diputado local por el distrito 36 con cabecera en Zinacantepec. Sin duda, la posición económica y el trabajo territorial de Monroy abonará para restarle votos al priísmo y su candidata, Olga Esquivel -hija de la exalcaldesa Olga Hernández-. En una ecuación simple, Monroy apuesta a convertirse en diputado de primera minoría, aún perdiendo la elección, pero en su apuesta podría favorecer al voto opositor en el distrito electoral.
En las últimas semanas, se habían sostenido negociaciones para evitar que el Partido Verde tuviera candidatos en la capital mexiquense. Sin embargo, en el acuerdo avalado por el IEEM se establece que, aunque con figuras poco reconocidas, el Verde sí le competirá a las candidatas priístas Martha Hilda González Calderón y María Elena Barrera Tapia, en los distritos 2 y 34 con cabecera en Toluca. Se trata de Luis Felipe Naranjo Vilchis y Edgar Rodríguez Rodríguez que harán campaña, y podrían restarle votos al partido gobernante. Si la elección ya era compleja, ahora el desafío será mayor con el Verde y Nueva Alianza dispersando el sufragio de algunos priístas que se han refugiado en la «chiquillada».
En el caso de las candidaturas del PVEM a las presidencias municipales, el PRI ya se apresta impugnar una veintena de postulaciones de su ex aliado ecologista, pues los candidatos del partido que encabeza José Couttolenc en el Estado de México participaron en un inicio en el proceso interno tricolor , pero terminaron siendo postulados por el Partido Verde. La ley es clara y ningún ciudadano o político podrá participar en dos procesos de selección de candidatos en el mismo proceso electoral.
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