Toluca, Edomex. 22 de septiembre de 2017.- Ante la emergencia suscitada por el temblor, el gobierno de Alfredo del Mazo ya tiene un primer diagnóstico sobre el gabinete de regionalización. Las estructuras burocráticas dedicadas a tener un acercamiento social, en muchos de los casos simplemente simulan funciones. Es un esquema agotado, que meramente responde a un propósito clientelar, y que demostró su fracaso en la pasada elección, donde el propio Alfredo padeció sus acciones con una reducida victoria.
En los tres ámbitos de gobierno, por ahora también ha quedado de manifiesto esfuerzos aislados; además de una severa descoordinación entre las instancias educativas, sanitarias y de regionalización para levantar un censo certero en la rehabilitación de espacios públicos. Lo más preocupante, es que Del Mazo no tiene una definición clara de lo que deberá invertir en las zonas afectadas, y por ahora, sólo parece dedicado a crear falsas expectativas entre los damnificados.
Mientras que Protección Civil no tiene a la fecha un diagnóstico que le permita tomar decisiones y en el corto plazo ejecutar tareas de reconstrucción. La Secretaría de Seguridad Pública tiene un reto abrumador, para corregir no sólo en la prevención sino ante la reacción de desastres. Tal pareciera que sus acciones se limitaban al reparto de láminas en temporada de lluvias, y a la entrega de cobijas y colchonetas en la época invernal. La dependencia ha permanecido absorta e insuficiente para atender la emergencia.
En la prospectiva política del gobierno entrante se han revertido acciones que se consideraban inmediatas para la legitimación de Alfredo del Mazo. En principio, se han tenido que retrasar los ajustes de los mandos medios y superiores que están en lista de espera. Además de que se han tomado una pausa, aquellos anuncios vinculados con los pilares de su mandato, que darían pie a su Programa Estatal de Desarrollo. Por ahora, la agenda delmacista se ha concentrado en visitar los municipios mayormente afectados por el temblor.
En los próximos meses, Del Mazo anunciará un rediseño del programa de regionalización, que consistirá en principio en hacer más eficiente la definición de toma de decisiones y políticas públicas; que permita cumplir con sus promesas de campaña. En segundo lugar, se redistribuirán las zonas de atención del gabinete región para apuntalar a los secretarios en sus áreas de influencia. En resumen, se trata de preparar el terreno del gobierno delmacista para mejorar su percepción social, y apostar a recuperar lo perdido en la próxima elección.
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