Toluca, Edomex. 21 de febrero de 2019.- Delfina está en lo suyo. Sigue afinando los padrones de los programas sociales del gobierno de López Obrador. También supervisa algunos esquemas del bienestar ya en funcionamiento. No gusta de los reflectores, pero está en la operación política. Con sigilo pero con persistencia, se reúne con los alcaldes de todos los partidos para acercar los programas que existen, y que lleguen a todos los rincones. Su instrumentación es personal para evitar que se conviertan en una herramienta corporativa.
Desde su trinchera, Delfina construye interlocución con el gobernador Del Mazo, los diputados locales y los alcaldes. Su margen de maniobra es indescifrable pero será en el mediano plazo visible. Morena ya comenzó la seducción de legisladores federales a su reducto, y falta por ver si replicará la estrategia en liderazgos locales, cacicazgos regionales y políticos opositores. La clase gobernante mexiquense, es tendiente y está a la expectativa de dar el brinco a la aplanadora morenista.
Alcaldes y diputados locales priístas ya han entendido, y paso a paso asumen una connivencia con el gobierno federal. Las condiciones no están para jugar a las vencidas con Andrés Manuel y con Delfina. La relación entre priístas y morenistas será de colaboración hasta que se acerquen las elecciones. Hasta las posiciones partidistas son reservadas, para no sacudir el avispero, que incluye una aplanadora morenista al interior de la legislatura local.
En esa luna de miel, entre López Obrador y Del Mazo, se anticipa la visita próxima del tabasqueño a la capital mexiquense, para anunciar un recurso presupuestal adicional, que permita la conclusión del Tren México – Toluca. Los pronósticos más alentadores se prevén dos años más de construcción. Se trata de consolidar el proyecto de infraestructura más emblemático del peñismo en su tierra natal. Allí el primer anzuelo al mexiquense.
El gobernador le ha devuelto el guiño. Alfredo ha hecho suyo el proyecto de la Universidad en Luvianos. La institución fue gestionada por Del Mazo; y cedida por Andrés Manuel, hace apenas quince días. Ahora, el secretario de Educación, Alejandro Fernández, “El Potrillo” del gabinete, ya se apersonó en la región, para revisar su vocación productiva, y encaminar hacia allá la oferta educativa. El sur del estado podría concentrar atención como nunca antes por ambos.
La pinza se cierra con la aprobación de la Guardia Nacional. El PRI será la bisagra para las reformas legales del nuevo cuerpo de seguridad. Si la Guardia Nacional es aprobada hoy en el Senado con algunos matices, podría regresar a San Lázaro. Pero si pasa sin mayores filtros, deberá turnarse a los congresos locales. Cuando eso suceda, la Legislatura del Estado de México será una de las primeras en dar luz verde a la Guardia Nacional, y ya alistan periodo extraordinario.
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