Toluca, Edomex. 18 de julio de 2018.- Ayer, el gabinete de Enrique Peña Nieto comenzó a afinar detalles de la entrega recepción de su gobierno. Se ha esfumado el sexenio del peñismo en medio de escándalos y un agudizado descontento social. Del equipo original que arrancó con el sexenio, apenas sobrevive una decena de sus colaboradores. La mayoría, se trata del círculo cercano del Estado de México. Otros más se quedaron en el camino y mantienen un distanciamiento con el peñismo, a unos meses del final de sexenio.
Hay tres hombres que acompañaron a Peña Nieto durante los últimos doce años, y ocupando la misma posición de privilegio. Por un lado, está el impresentable Gerardo Ruiz Esparza en la SCT, quien completará doce años en el peñismo, como el hombre por el que pasaron los mayores presupuestos públicos en materia de infraestructura. Seis años completos en su etapa de gobernador, y seis más en la federación. Protagonista de los principales casos de sospecha de corrupción. No importaron los socavones para mantenerse en su puesto.
Los otros dos son Erwin Lino Zárate y Roberto Padilla. De posiciones muy menores en la burocracia mexiquense, en marzo del 2005, Erwin se convirtió en secretario particular del entonces candidato a gobernador del Estado de México. Peña lo ratificó en el cargo una y otra vez. Fue secretario particular de Enrique como gobernador del estado; y posteriormente del candidato presidencial, y del presidente de México en los últimos seis años. Mientras que Roberto Padilla ha sido uno de los principales confidentes y asesores del peñismo desde su paso como diputado local por Atlacomulco. Tanto en la gubernatura como en la presidencia de México fue el secretario técnico del gabinete peñista
Entre los inamovibles del gabinete están los titulares de la Sedena y la Marina, Salvador Cienfuegos y Vidal Soberón. Los que de plano nunca cambiaron de posición, y cumplirán seis años en el cargo, son Pedro Joaquín Coldwell en la secretaría de Energía e Ildefonso Guajardo en Economía. Optaron por el bajo perfil y a lo largo del sexenio simplemente nadaron de muertito.
Otros tres personajes también están por cumplir seis años en el gabinete aunque en distinta posición son Alfonso Navarrete Prida, quien se mantuvo como secretario del Trabajo y Previsión Social durante cinco años y un mes. El pasado mes de enero ascendió a la poderosa Secretaría de Gobernación. Ahí también se ubica a Rosario Robles, quien arrancó como titular de Sedesol, y en la última mitad del sexenio se trasladó a la Sedatu. Y el mismo caso de Francisco Guzmán, quien de ser el coordinador de asesores de cabecera de Peña Nieto, desde hace 18 años, se convirtió en el jefe de oficina de la presidencia de México.
Una mención aparte merece Luis Videgaray Caso, uno de los hombres más influyentes del sexenio. El ideólogo del peñismo desde la gubernatura, e impulsor de las reformas estructurales. No pudo cumplir doce años consecutivos en el gabinete, por su fallida intervención en la visita de Donald Trump en agosto de 2016. Fue secretario de Hacienda durante los primeros cuatro años. Tuvo que hacer una pausa, para regresar como canciller en los últimos quince meses.
Ahí están los afectos, y los personajes más influyentes en el sexenio que está por concluir. La mayoría de ellos identificados con el Grupo Atlacomulco y el priísmo del Estado de México, que está por reconstruirse tras la debacle de la pasada elección.
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