Toluca, Edomex. 16 de febrero de 2015.- El próximo martes se emitirá la tan ansiada convocatoria del PRI para la selección de candidatos a diputados locales y presidentes municipales en el Estado de México. De confirmarse la especie, se traduce que la dirigencia estatal del PRI ha logrado ya el “palomeo” de las candidaturas, y todo se encuentra listo para que haya registro únicos en los 45 distritos y las 125 presidencias municipales, cuyos tiempos de precampaña están destinados para arrancar en los primeros días de marzo.
En paralelo, muchos de quienes serán candidatos ya fueron notificados durante el fin de semana, para generar condiciones de unidad y garantizar un proceso interno terso en las estructuras del priísmo. La principal preocupación latente para el PRI mexiquense es una eventual desbandada de militantes no favorecidos, que podrían en su momento encabezar candidaturas de oposición. La suerte está echada, y todo está listo para las precampañas con precandidatos únicos.
El principal factor de unidad para la militancia priísta es el presidente Enrique Peña. Renunciar al PRI por ser excluido de las candidaturas sería en este momento histórico confrontarse al primer priísta del país y quien puede representar un empoderamiento aun cuando deje de ser presidente. La gran apuesta de quienes no han sido favorecidos, es integrarse al gabinete presidencial o estatal, dependiendo de sus condiciones personales y las coyunturas políticas. El PRI ha vuelto a los tiempos de amplio convencimiento a base de la nómina en el gobierno.
El balance electoral de interés es quién o quiénes fueron los tomadores de decisiones y el grupo político que al final logró imponerse. El Grupo Atlacomulco, cimentado en la institucionalización del PRI, está representado por grupos heterogéneos, encabezados particularmente por exgobernadores, que no dejan la pugna interna en cada elección. Ahí es donde se da la verdadera guerra, y los saldos de vencedores y vencidos. Y desde ahí se puede apuntalar el futuro político del Estado de México.
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En donde no parece haber sorpresas es al interior del PRD y el PAN. En la izquierda siguen imponiendo condiciones el grupo de Alternativa Democrática Nacional, hoy robustecido por medio de Héctor Bautista, quien es secretario general del CEN perredista y encabeza la tribu de dominio por antonomasia en el PRD mexiquense. Tanto ADN como el Grupo de Acción Política han comenzado a acaparar las principales candidaturas con miras a la contienda de junio. Sin sorpresas y sin aspavientos, el partido del sol azteca lo acepta con normalidad.
Mientras que del lado panista, el Grupo Tlalnepantla, que encabeza Ulises Ramírez, también tiene las condiciones para imponer posiciones de privilegio a favor de sus más cercanos. El juego de las candidaturas sin duda se moverán a favor de Ulises y los suyos, sobre todo en los municipios o distritos donde el panismo puede ser altamente competitivo, y ganar la elección. Y en ambos casos, Ulises Ramírez y Héctor Bautista parecen ser los opositores que mejores alianzas le pueden generar a Eruviel Ávila y su gobierno.
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