Toluca, Edomex. 15 de diciembre de 2017.- Las más recientes alianzas electorales y el desprestigio de la clase gobernante, ha hecho renunciar a la élite política a sus ideales y sus ideologías. Basta revisar el escenario electoral de Toluca, donde el conservador panista, Juan Rodolfo Sánchez Gómez ha decidido buscar la presidencia municipal a través de Morena. Juan Rodolfo ya gobernó Toluca; y en la pasada elección sufrió una dolorosa derrota. Cercano al mismísimo Peña Nieto, ahora encabezará el proyecto de la izquierda antisistema que pretende llevar a López Obrador a Los Pinos.
En la misma capital mexiquense, el priísta Ernesto Monroy tiene acercamientos con la alianza que se gesta entre PAN y PRD. Monroy pertenece a una de las familias más tradicionales de Toluca. Ha ocupado posiciones de privilegio con Chuayffet, Montiel, Peña y Eruviel. Las puertas del priísmo parecen cerradas para la elección próxima. Ernesto ya perdió una elección a la alcaldía toluqueña frente al panismo en el lejano 2003. Ahora de la misma mano del PAN busca suceder al priísta Fernando Zamora.
En Metepec, la panista Gabriel Gamboa ha determinado que su próxima aventura electoral también será sumada a López Obrador. También en Metepec, el priísta Julio Lujambio deshoja la margarita para emigrar al frente opositor de PAN – PRD; o bien incorporarse a Morena. Lujambio ya fue candidato a alcalde por el PT y perdió. En muchos otros municipios, Morena a salido a la pepena de candidatos y espera el descontento de algunos priístas para reclutarlos entre sus filas y hacerlos sus candidatos en los comicios próximos.
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La próxima semana, el gobernador Alfredo del Mazo tendrá encuentros de fin de año con alcaldes, diputados federales y locales. El mandatario busca encontrar coincidencias de cara a las elecciones del año entrante. Con los priístas pretende cerrar filas, a favor de quienes resulten candidatos a otro cargo de elección. La sábana de las candidaturas no alcanzará para todos. Con la oposición, limar las asperezas que arrojó la contienda más reciente, y que resultó en una cerrada victoria delmacista.
En los meses de enero y febrero, Del Mazo deberá ajustar piezas en su gabinete. Algunos de sus más cercanos deberán ir a las urnas de julio próximo, y se convertirán en el mes de septiembre en sus operadores políticos en San Lázaro y en la Legislatura local. Mientras que los espacios que se abran en su gobierno serán ocupadas por alcaldes o diputados que no encuentren acomodo en la baraja electoral. Alfredo busca que el priísmo encuentre acomodos en la toma de decisiones y evitar fracturas internas.
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Con las precampañas electorales, los precandidatos tendrán foro abierto para aparecer en spots, ofrecer entrevistas, placearse en eventos públicos, promocionar su imagen y encontrarse con su electorado. En contraste, desde ayer los medios tiene amplias restricciones para difundir la imagen pública de la clase gobernante, incluido el gobernador, los alcaldes y los diputados, muy en particular de estos últimos que buscan apretar su promoción personal.
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