Toluca, Edomex. 15 de mayo de 2018.- Todo está listo para el segundo debate presidencial. El próximo domingo, en Tijuana, se darán cita los cinco candidatos presidenciales. De entrada han establecido algunas reglas elementales: El Bronco ya no podrá colocar cárteles en su espacio, ni tampoco entregar documentos a otros candidatos. Mucho menos los candidatos podrán interactuar con el público presente. En el debate habrá alrededor de 42 espectadores, quienes sí podrán cuestionar a los abanderados presidenciales. El formato promete versatilidad, y la expectativa una mayor audiencia que el debate del mes de abril.
Ricardo Anaya, otra vez, enfilará sus baterías en una campaña de contraste hacia Andrés Manuel López Obrador. El candidato del Frente conformado por PAN, PRD y MC, tiene claro que está es la última oportunidad para cerrar la brecha entre el primer y segundo lugar. Si logra quitarle votos a Meade, podrá meterse a la competencia. En el círculo más cercano de Anaya, han comprendido que no le quitarán votos a Morena, y se vuelve inaplazable polarizar la elección. Su peor escenario resulta que Meade sea un tercer lugar potencial, sin capacidad de ganar pero como un freno a la intención del voto panista.
José Antonio Meade ha dejado de referirse a López Obrador por su nombre. En el cuarto de guerra del priísta comprendieron que cada que evocaba al tabasqueño sólo le daba promoción gratuita. Meade ha ensayado de mejor forma sus recursos discursivos. Debe dejar los tecnicismos y apostar por una mayor asertividad. El peor escenario para Meade es que López Obrador y Anaya contextualicen los problemas del país con la cauda de exgobernadores priístas, que son un lastre para su candidatura. Es la última oportunidad para evitar que el PRI llegue desfondado a la elección.
Andrés Manuel López Obrador no se moverá un ápice. La estrategia es evitar la confrontación con sus rivales. El tres veces candidato presidencial sostendrá sus propuestas más polémicas. Es ahí donde encuentra absoluta resonancia entre los electores. Su postura de rechazo a las reformas estructurales, al aeropuerto, al régimen político y hasta al sistema electoral lo ha mantenido vigente en los últimos 25 años. Andrés Manuel no debe soltar su discurso. Su peor escenario se anticipa con casos de corrupción dentro de su círculo cercano, o bien, perder la mesura en sus intervenciones. Los fantasmas de «Bejarano» y del «Cállate Chachalaca», lo persiguen en la recta final de la campaña.
Margarita Zavala y Jaime Rodríguez Calderón no aportarán demasiado. Parecen más una mala parodia del debate electoral. Alimentarán la reyerta contra López Obrador. Zavala acumulará también sus ataques frente a Ricardo Anaya, a quien acusa de agandallarse la candidatura, tal como hizo su esposo con el panismo durante su sexenio. Del Bronco, muchos tienen altas expectativas, para escuchar sus ocurrencias que más parecen las líneas de un standupero que de un candidato presidencial.
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El Tribunal Electoral del Estado de México ordenó al Instituto Electoral mexiquense (IEEM) restituir las candidaturas de Morena y sua aliados PT y PES en los 15 municipios donde les negaron el registro. También desechó las impugnaciones que promovieron el PRI, PAN,PRD y MC en contra de las planillas «chimuelas» que registró Morena y su coalición en una decena de demarcaciones y de paso ha desechado los juicios que promovieron militantes de Morena en contra de la asignación de espacios en las planillas que se les otorgaron a los aliados. En síntesis, Morena puede dormir tranquilo. De a poco se van alineando las cosas y diluyendo la amenaza de un colapso de las planillas y quedarse sin candidatos
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