Toluca, Edomex. 15 de febrero de 2018.- El próximo domingo, José Antonio Meade será ungido oficialmente como candidato del PRI a la Presidencia de la República. El acto tendrá verificativo en el Foro Sol. La cargada estará del lado del priísmo mexiquense. Funcionarios federales y estatales; legisladores federales y locales, y también alcaldes. La estructura que hizo ganar a Del Mazo hace siete meses abarrotará la convención de Meade. Aquí se concentra la esperanza y el refugio del desafío electoral del año entrante.
El panorama es desolador para el priísmo, en la campaña presidencial y en las elecciones de nueve gubernaturas del país. La más reciente encuesta de Massive Caller revela que el PRI no tiene opción alguna de ganar, en ninguno de los Estados donde se elegirá gobernador. En contraparte, Morena aventaja en seis de las nueve gubernaturas en disputa. El arrastre de López Obrador y la selección de candidatos con amplia popularidad dan buen augurio a su partido.
En la Ciudad de México, es indiscutible que Morena mantiene un paso arrasador de la mano de Claudia Sheinbaum. Mikel Arriola no levanta ni con royal. En Chiapas, Morena también mantiene una preferencia irremontable. El PRI se sitúa hasta el tercer sitio. Lo mismo para el morenista, Cuauhtémoc Blanco, que parece saldrá campeón de la temporada electoral del verano próximo. Tabasco, la tierra del lopezobradorismo, no tiene discusión a favor de Morena.
En contiendas más cerradas, Miguel Barbosa le saca cinco puntos a Martha Erika Alonso -esposa de Rafael Moreno Valle- en Puebla. Y en Veracruz, Cuitláhuac García tiene tres puntos arriba de Miguel Ángel Yunes Márquez. Ahí, el priísmo se ha desfondado con un 15 y 9 puntos de la preferencia electoral.
Para el frente opositor, parecen estar determinadas las gubernaturas de Guanajuato -bastión de la derecha desde hace 20 años- y Yucatán -que ya también fue gobernada por el PAN-, ambas encabezadas por panistas. En estos casos, el PRI se mantiene en segundo lugar, pero con escasas posibilidades de arrebatar el triunfo electoral de julio entrante. La lista la cierra Jalisco, encabezada por Enrique Alfaro y su movimiento naranja.
Ahí está reflejado el descontento social, la irritación de las redes sociales que tanto desconcierta al peñismo, el defecto Peña para la elección presidencial, la desaprobación del sexenio y el hartazgo que seguramente se reflejará en las urnas. La premisa lo confirma, el último reducto electoral del priísmo de cara a la elección entrante será el Estado de México. El bastión del Grupo Atlacomulco está en riesgo, y el delmacismo lo sabe. La operación clientelar está en marcha.
Por esa razón, no es casual y sí causal, que el mayor arropo que reciba Meade en su elección como candidato presidencial será del priísmo mexiquense. La apuesta es que el Estado de México empuje lo necesario a Meade y su campaña, aunque existe el riesgo de que Meade arrastre al Grupo Atlacomulco al desastre de su campaña.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
