Toluca, Edomex; 13 de julio de 2020.- Enrique Peña Nieto ha regresado a la escena mediática. La detención de César Duarte; la extradición de Emilio Lozoya y las investigaciones abiertas por la Unidad de Inteligencia Financiera apuntan al mexiquense. El expresidente enfrenta el descrédito en solitario. Algunas voces insisten en el pacto de impunidad. Su círculo más cercano, el puñado de funcionarios que ascendieron en el poder político junto con él, prefiere el silencio, el aislamiento y otros más el exilio político. ¿En dónde están los Luises?
Hoy las redes sociales de su gabinete están abandonadas. Son muy pocos los exsecretarios que se mantienen vigentes. Nadie sale en defensa pública de su exjefe político. Desde Los Pinos, Peña Nieto fomentó una fractura institucional alimentada por la carrera de la candidatura presidencial. A la distancia, el peñismo se encuentra fisurado, ausente y perseguido. La noche va a ser muy larga para quienes asumieron decisiones metalegales y cometieron excesos.
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En el Comité Ejecutivo Nacional del PRI se pretenden cocinar algunas candidaturas hacia las elecciones intermedias de 2021. La dupla de Ricardo Aguilar y Carlos Iriarte -aspirantes fallidos a la gubernatura mexiquense- pretende reinventarse a partir de impulsar a personas identificadas con su grupo político. Y desde la posibilidad de tener alcaldes y diputados locales, buscarán de nueva cuenta la gubernatura en 2023. A la cabeza del proyecto, se enlista a Ricardo. Carlos reconoce su fractura con el actual grupo gobernante.
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Las encuestas que se levantan en redes sociales no votan. Tampoco lo hacen los bots digitales. Carecen de cualquier metodología porque no se realizan entre los electores potenciales. Alimentan la popularidad digital. Por lo general, responden a intereses comerciales de quien las ejecuta. Ni siquiera sirven de parámetro para los partidos y sus estrategias electorales. Su único propósito es incrementar el alcance de las redes sociales de los medios que las desarrollan. Y quita mucho tiempo para que la burocracia de todos los partidos vote por su favorito.
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Los pronósticos no se cumplieron. El Estado de México llevaba esperando tres semanas para transitar al semáforo naranja. La cifra de contagios se disparó y se advierte un retroceso sanitario. El gobierno federal culpó a los gobernadores de inconsistencias. En la semana que los negocios mexiquenses comenzaban a retomar sus actividades, la suma de enfermos creció abruptamente. Es muy probable que el cierre de comercios se ordene para los próximos días.
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La cruenta violencia alcanzó a Villa Victoria. El crimen organizado ejecutó a un policía ministerial y sus dos hijos menores. El municipio priísta que se presentaba hasta hace un año como ejemplo político, hoy se encuentra frente a una crisis delincuencial inédita. Quien ya piensa en las elecciones del año próximo, es el alcalde Mario Santana, cinco veces presidente municipal, pero ahora pretende convertirse en diputado local por el único distrito priísta de 2018.
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