Toluca, Edomex; 13 de abril de 2022.- A propósito del próximo domingo de resurrección, hay un puñado de actores políticos que han desaparecido de la escena pública sin mayor explicación. Los tiempos electorales del 2023 ha concentrado la atención en los aspirantes a la gubernatura, pero sin duda, habrá otros factores -particularmente los exgobernadores- que tomarán cada vez una mayor presencia en las definiciones hacia el futuro en las urnas. Y otros liderazgos políticos y sociales que, podrían resurgir de las cenizas.
En el priísmo local también hay particularidades. Por un lado, Juan Millán, a quien le inventaron un encargo político, como enlace de la bancada en la legislatura local con la fracción de San Lázaro. A siete meses de que iniciaron sus tareas diputados federales y locales, se desconoce cuál sea la verdadera función del exsecretario de Educación estatal; y cuáles son los resultados interparlamentarios. Su cargo se asemeja a una beca del bienestar.
Una y otra vez, desde junio pasado, la comentocracia ha especulado sobre la reincorporación de Alejandro Fernández en algún espacio del gabinete estatal. Sin embargo, los más recientes ajustes al círculo cercano sólo integraron a mujeres; y el Potrillo se mantiene al margen de las posiciones de privilegio.
Como nunca antes, en el actual sexenio, el grupo político del exgobernador inmediato anterior ha sufrido de un exilio insólito. El eruvielismo ha sido borrado de la toma de decisiones en el gobierno delmacista. Hay piezas identificadas con Emilio Chuayffet, César Camacho, Arturo Montiel y Enrique Peña; pero del ecatepense no hay nadie en posiciones de privilegio.
Borrados del mapa están Cruz Roa, Aarón Urbina, César Gómez Monge, Carlos Aguilar, entre otros. Por eso, los delfines del eruvielismo del 2017, tampoco pasarán los filtros candidateables para el año entrante.
————-
El morenista, Raciel Pérez, exalcalde de Tlalnepantla, impulsó la idea de que en corto tiempo había forjado su propio grupo político. Buscó fallidamente la elección consecutiva en junio pasado. En la desesperación de la aventura electoral, inventó un atentado en su contra. Sucumbió en las urnas, muy a pesar de una abrumadora campaña de espectaculares en el Periférico Norte. Tras la derrota, ha preferido olvidarse de la vida partidista; y ya no influye en la política estatal.
En esa misma lógica se encuentra Patricia Durán, exalcaldesa de Naucalpan, quien ha sido acusada sistemáticamente por Angélica Moya, de un desaseado ejercicio del gobierno municipal. Ya no aparece en las reuniones morenistas.
Juan Rodolfo tampoco hizo presencia en la reciente consulta por revocación de mandato. Ha preferido por el retiro personal, tras la fallida reelección. El liderazgo morenista de la capital mexiquense quedará en otras manos.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
