Toluca, Edomex. 9 de junio de 2015.- Alfredo del Mazo Maza no tuvo un día de campo durante la jornada electoral. Sufrió para lograr el triunfo, porque lo mandaron a un distrito en el que los priístas lo perdieron prácticamente todo. En Huixquilucan y Jilotzingo ganó el PAN. En Isidro Fabela triunfó el PRD. Y en Xonacatlán salió victorioso Movimiento Ciudadano. Lo único que rescataron, con las uñas, fue el municipio de Lerma. Lo que salvó a Del Mazo de la desgracia, es que el PRI se mantuvo como segundo lugar en todos lados, y a él le alcanzó para ganar. ¡Ufff!
Como sea, Alfredo ya está con un pie en San Lázaro pero con la vista puesta en la sucesión de 2017. En su inmediatez, estará buscar una comisión legislativa, tan poderosa como la de Presupuesto, bajo la anuencia de Luis Videgaray. Aunque no es el único en la fila, y si no que le pregunten a la senadora Ana Lilia Herrera, que bajo el pretexto de apoyar a los candidatos priístas en esta elección, se apersonó por todos lados, y parecía que estaba ensayando el itinerario de una campaña anticipada. El banderazo de salida ya es oficial por la sucesión de Eruviel.
Si Adrián Fuentes tenía en su horizonte convertirse en dirigente estatal del PRI, ante la anunciada salida de Carlos Iriarte, puede despedirse de su añoranza. A Fuentes lo mandaron para ganar en Huixquilucan y el fracaso fue del tamaño del Estadio Azteca. En tanto, Iriarte ya busca la manera de sostener una salida decorosa, pero enfrentará un enorme desafío, entre tener una mayor presencia en San Lázaro o ser uno más de los 500 legisladores que votan en bloques a favor de los intereses de grupo. El relevo en el PRI local es inminente.
Paradojas de la vida. En Naucalpan, gran parte de la derrota priísta se vuelve explicable al desastre de las últimas dos administraciones municipales. Sin embargo, el expresidente municipal, David Sánchez Guevara consiguió el triunfo electoral para convertirse en diputado federal; mismo caso de Irazema González Olivares, hija de la exalcaldesa Azucena Olivares, quien sorteó favorablemente la contienda electoral y será a partir de septiembre entrante diputada local. Junto con la pésima candidatura del priísta David Parra Sánchez, su derrota es con amplitud atribuible a los gobiernos de Olivares y Sánchez Guevara, pero al menos en las urnas no fueron castigados.
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El expresidente Felipe Calderón calentó los ánimos postelectorales en el Estado de México, al denunciar el asesinato de Romualdo Mondragón, directivo del PAN en Villa Victoria, ocurrido el pasado domingo. A través de su cuenta de twitter, deslizó como presunto autor intelectual del crimen al que denominó “cacique priísta Mario Santana”, candidato a la alcaldía de la localidad. La víctima era colaborador de Hugo Vilchis, candidato a presidente municipal de Villa Victoria. Entre las versiones se advierte que fue ultimado por agentes policíacos.
En principio, Calderón señaló que Mondragón era el candidato, situación que debió corregir posteriormente, bajo el argumento de “que familiares de la víctima le estaban dando la información en esos momentos”. El activismo político de Felipe Calderón en los últimos meses ha inquietado a mucha de la clase política en el país, pero exaspera aún más que haga presencia en la tierra de Enrique Peña, donde para el Grupo Atlacomulco, la injerencia parece inaceptable. Esta historia una termina ahí.
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