Toluca, Edomex; 08 de agosto de 2022.- La alianza electoral entre PRI-PAN-PRD se mantiene en el limbo. Cuando restan diez meses para los comicios por la gubernatura del Estado de México, hay señales que parecen deslizar en el imaginario la posibilidad de que priístas y panistas tendrían contemplado participar en solitario, ante la dificultad de ceder la ansiada candidatura.
El viernes pasado, la salida en falso de Marko Cortés para arropar a Enrique Vargas, cimbró a la nomenklatura priísta, que se dio por agraviada frente a la reacción en falso, por el destape un día antes de la morenista, Delfina Gómez.
Hasta el expresidente, Felipe Calderón -el más reconocido entre los prianistas- fustigó la decisión de la dirigencia nacional del PAN, con la cual mantiene diferencias irreconciliables. El michoacano puso en duda la coalición bajo esa arrogancia, quien debe asumirse mantiene una ascendencia entre su círculo político.
La respuesta del varguismo, fue refugiarse en un guiño por parte del expresidente, Vicente Fox, con todo y falta de ortografía, para respaldar al exalcalde de Huixquilucan, lo que abonará a una mayor distancia con el calderonismo. A través de redes sociales, también se viralizó el inicio de la guerra sucia contra el panista, la cual no necesariamente provendría de Morena.
Eric Sevilla insiste en que Alfredo Del Mazo entregará el poder a otro priísta. No deja opción a dudas de que la coalición -si llega a darse- deberá sujetarse a un candidato que responda al partido que ejerce el poder y el presupuesto.
Enrique Vargas ha puesto sobre la mesa -muy al estilo morenista- hacer encuestas, pero bajo parámetros cuantitativos y cualitativos; en cuya evaluación confía salir mejor posicionado que cualquier aspirante priísta, y desde esa condición erigirse como candidato de la coalición. Ceder se ve dificilísimo.
A pesar de los pocos avances de la coalición electoral, el prianismo se da oportunidad de convivir socialmente con regularidad. Hace una semana en la boda de Alejandra del Moral con Mariano González. El pasado viernes, en Atizapán de Zaragoza, en el cumpleaños del dirigente panista, Anuar Azar.
Ahí, llamó la atención la presencia de Fernando Flores, quien fue el único alcalde en la mesa de invitados especiales, en donde estuvo Alejandra del Moral y Enrique Vargas. Hasta el momento, es uno de los pocos que ha logrado construir un gobierno de coalición, y mantenerse como un factor de unidad entre priístas y panistas en Metepec, una coyuntura que podría replicarse en el estado para amarrar la alianza electoral.
Flores podría ser un elemento de interlocución, que parece una carencia entre los partidos que se involucran en la alianza opositora hacia los comicios de 2023, si se considera que el alcalde metepequense ha posibilitado unidad y operación electoral en su experiencia inmediata anterior.
El tiempo se acorta, las posiciones se polarizan respecto de la postulación prianista, los aspirantes a la candidatura cada día colocan más espectaculares y aceleran sus rituales gastronómicos para hacerse notar en el proceso de sucesión; pero los líderes partidistas de la coalición opositora solamente se han reunido en una ocasión para tomarse un café.
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