Toluca, Edomex. 07 de noviembre de 2016.- Primero fue el priísta, Alfredo del Mazo, quien inundó el Estado de México con sus espectaculares. Más tarde, la estrategia fue replicada por parte del perredista, Juan Zepeda. Desde el viernes, el panista Ulises Ramírez desplegó decenas de espectaculares en el Valle de México y el Valle de Toluca. Los tres aspiran a la gubernatura mexiquense. Los tres ni siquiera llegan a calidad de precandidatos pero han usado el subterfugio de sus informes como legisladores para su promoción personal.
Una de las incógnitas de esas precampañas disfrazadas de informes de labores, es el despilfarro económico que han realizado los aspirantes a la gubernatura. En su pretensión de ser candidatos, desde ahora han encontrado fuentes de financiamiento público y privado que deberían ser investigados por la autoridad electoral. Los gastos son onerosos, en algunos casos, haciendo uso de las prerrogativas de los partidos políticos para su posicionamiento. En otros casos, no se descarta que desde ayuntamientos afines se les haya pagado la campaña de difusión sobre el culto a la personalidad.
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Entre más se acerca el tema de las definiciones, Eruviel Ávila se desdibuja del escenario político y su gobierno pierde fuerza. Un puñado de aspirantes priístas, se han convertido en los principales enclaves para debilitar su figura, con la promoción permanente de quienes buscan ser sus sucesores. Para colmo de males, Eruviel ni siquiera será el gran elector. El ungimiento del candidato del PRI se dará desde Los Pinos. En diciembre, se realizará la firma de un pacto de civilidad con los contendientes. En enero se dará a conocer la decisión.
A los tiempos sucesorios adelantados, se suma el clima de inseguridad que abraza al Estado de México de forma indeseable. La estadística criminal azota las cifras del estado más violento, que ha vuelto a las primeras planas de la prensa nacional, en razón de su incapacidad para abatir la delincuencia. Naucalpan, Ecatepec y ahora hasta La Marquesa, se han convertido en referentes de criminalidad, violencia e impunidad.
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Antes del 20 de noviembre, el paquete presupuestal podría ser aprobado en la Legislatura Federal. Se trata de una de las pruebas políticas de Alfredo del Mazo rumbo a la sucesión mexiquense. Sin embargo, quienes saben del armado presupuestal, advierten que las negociaciones más duras no se han dado en San Lázaro, sino desde la oficina de Hacienda que encabeza José Antonio Meade, bajo la supervisión de su antecesor, Luis Videgaray. En síntesis, el presupuesto ha generado rispidez en una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.
La gran bolsa presupuestal se encamina para favorecer al Estado de México. Ahí está garantizado el financiamiento del Tren Interurbano México – Toluca. Y la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco. A eso, hay que sumar una gran bolsa destinada a programas sociales y reparto de dádivas en pleno año electoral. El clientelismo político como mecanismo de coacción del voto está también financiado con el erario público.
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