Toluca, Edomex. 06 de marzo de 2017.- Nadie sabe nadie supo. En las últimas semanas, la Auditoría Superior de la Federación ha documentado inconsistencias, desvío de recursos y desfalcos de las finanzas del gobierno del Estado de México. Algunos advierten que desde la oposición se alimenta el escenario de que el gobierno eruvielista tiene problemas de corrupción, para usar esos elementos en plena campaña electoral, otros piensan que el mensaje vendría desde Los Pinos, para garantizar el apoyo al priísta Alfredo del Mazo.
No es coincidencia que los principales señalamientos del despilfarro recaigan en el secretario de Salud, César Gómez Monge. Es uno de los colaboradores más cercanos a Eruviel, y desde alguna dependencia federal se tienen detectados los movimientos financieros; así como el desabasto de medicamentos en los hospitales y las clínicas de salud. Los expedientes integrados desde el gobierno peñista son una medida de presión para apretar su operación política en tiempos electorales.
Eruviel no quiere convertirse en el próximo Javier Duarte. El exgobernador veracruzano se enemistó con el candidato priísta Héctor Yunes Landa; cuyo pleito derivó en el triunfo del panista Miguel Ángel Yunes. El corolario de esa ruptura personal, fue una persecución en contra de Duarte, quien hoy permanece prófugo de la justicia. Hoy, Eruviel ha aceptado a Alfredo del Mazo a regañadientes, pero en la elección más competida de la historia, el peñismo tiene claridad en que no puede permitirse ninguna división o riesgo de derrota.
El primer argumento de Javier Duarte sobre sus excesos, apuntalaba a que durante la campaña presidencial peñista se desviaron millones y millones de pesos. El veracruzano quiso poner el ventilador en el lodazal y salpicar al peñismo y su grupo político. La ruta del dinero siempre es inocultable, pero Eruviel debe poner a prueba su lealtad política, y a veces la lealtad se mide por la capacidad para silenciar lo necesario, y lo suficiente.
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La dinastocracia se impone en la candidatura de Alfredo del Mazo Maza. Hijo y nieto de exgobernadores, paso a paso ha ido integrando a políticos con estirpe. Gerardo Ruiz Dosal, hijo de Gerardo Ruiz Esparza -quien debe su carrera política a Alfredo del Mazo González-, renunció a su cargo como secretario de Asuntos Migratorios en el PRI nacional. Gerardo se incorporó a la campaña delmacista. Su padre Ruiz Esparza fue coordinador general de campaña de Del Mazo González en la fallida campaña por la jefatura de gobierno del extinto Distrito Federal en 1997, donde fue derrotado por Cuauhtémoc Cárdenas.
En esa misma ecuación, Ernesto Nemer Monroy -hijo de Ernesto Nemer Álvarez y Carolina Monroy del Mazo- ha sido designado desde hace unas semanas como coordinador de las organizaciones juveniles del PRI para la campaña de Alfredo del Mazo -su tío-. Entre esas organizaciones se encuentra la Fundación Colosio que encabeza Alfredo Baranda Sánchez -hijo del exgobernador del mismo nombre, quien heredó el cargo de forma interina por parte de Alfredo del Mazo González, padre del candidato priísta a gobernador-. ¡Qué bonita familia!
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