Toluca, Edomex. 3 de agosto de 2017.- En el horizonte próximo, muy pocos secretarios del actual gabinete de Eruviel Ávila tendrán posibilidades de repetir en el arranque de gobierno del priísta Alfredo del Mazo. A pesar de que Del Mazo no ha recibido formalmente su constancia de mayoría, ya se ha comenzado a diseñar un plan sobre la entrega – recepción de la administración estatal. En lo inmediato, Alfredo del Mazo no contempla un gabinete de transición que le permita a Eruviel mantener el control en áreas clave como la financiera, la jurídica o la política.
Una vez que Arturo Montiel le heredó al poder a Enrique Peña, la influencia del montielismo fue incesante. En el arranque de su mandato, Peña ratificó en sus encargos a Alfonso Navarrete; Benjamín Fournier; Laura Barrera; Eduardo Segovia y Fernando Maldonado. A la fecha, Peña Nieto ha mantenido su cercanía Alfonso Navarrete -entonces procurador de justicia- como secretario del Trabajo; mientras que a Laura Barrera -en ese momento secretaria de Turismo- la ha designado hace unos meses como directora del DIF nacional.
Gabinete de transición hubo seis años más tarde. Eruviel Ávila siguió la tradición y ratificó a cuatro secretarios del gabinete peñista en el inicio de su gestión. El empuje presidencialista de Peña Nieto le permitió controlar el área financiera, así como la procuración de justicia y la contraloría para blindarse de cualquier situación jurídica y administrativa. Entonces, Ávila mantuvo en su equipo a Raúl Murrieta; Alfredo Castillo; Gabriel O´Shea y Alejandro Hinojosa. Los primeros tres emigraron a la federación un año más tarde al equipo de transición de Peña Nieto. Mientras que Hinojosa logró sobrevivir todo el sexenio eruvielista.
En la transición delmacista, quien parece haber asegurado su cargo es Alejandro Gómez Sánchez. Su nombramiento, aprobado en diciembre pasado, ha sido por un periodo de 7 años, sin embargo muchos dudan permanezca ese tiempo. El resto de las áreas, buscan un guiño con Del Mazo pero con pocas posibilidades de permanecer. Alfredo tiene profundo interés en mandar un mensaje de profundo cambio desde su gabinete. Hay áreas que en esa lógica le resultan prioritarias ocupar con su círculo cercano: la secretaría general de gobierno; finanzas; desarrollo social; educación e infraestructura.
—————–
No hay duda que la Legislatura del Estado de México trabaja como reloj, de forma sincronizada y con velocidad inusitada para cumplirle a Eruviel Ávila. Sin restricciones, los frenos y contrapesos no son aplicables entre los Poderes Ejecutivo y Legislativo. Tocando por nota como en una orquesta, los legisladores locales son incapaces de cuestionar la toma de decisiones de Ávila para imponer a sus hombres cercanos en sistemas, instituciones u órganos autónomos.
Indiscutiblemente, en los últimos años que el priísmo ha recuperado la mayoría relativa de la legislatura mexiquense, la actitud opositora se ha reducido a componendas de poder y a establecer acuerdos poco transparentes, para que desde cualquier posibilidad se alcancen amplios consensos por la vía del fast track, y poco rechazo a los designios del gobernador en turno. Ocurrió en la segunda mitad del mandato de Peña Nieto y a lo largo del sexenio de Ávila Villegas.
Ayer en comisiones de la Legislatura Estatal, avanzaron sin resistencias los nombramientos de Baruch Delgado Carbajal como magistrado anticorrupción; y de Jorge Olvera como comisionado de los Derechos Humanos. Hay una oposición sumisa, con excepción de la bancada de Morena. La del PAN y PRD sólo son una rémora del sistema de partidos complaciente y colaboracionista. Una mera simulación. En el priísmo, opera lo suficiente Cruz Roa y Miguel Sámano para que las cosas marchen como Eruviel lo instruye y lo necesita.
Comentarios a contacto@www.planamayor.com.mx
