Toluca, Edomex. 02 de mayo de 2017.- Una lección básica de toda campaña electoral está encaminada en atender las clientelas políticas. Sin embargo, para los candidatos a la gubernatura mexiquense paso desapercibido el día del niño y de la niña. En la agenda electoral no hay nada extraordinario para defender los derechos de las niñas y niños mexiquenses, más allá de lugares comunes sobre su futuro prometedor. En la medida que no votan, niñas y niños sufren de invisibilidad en las promesas electorales que brotan y se viralizan.
En paralelo, tampoco hubo memoria para el día del trabajo. Los candidatos fueron omisos en tener acercamiento con la clase trabajadora que padece de salarios precarios y limitados derechos laborales. Para garantizar el voto corporativo que prevalece en algunas organizaciones, los candidatos se conforman con mantener de cerca los liderazgos sindicales de sus organismos afines. El voto clientelar como un estímulo – reflejo automatizado pero sin propuestas específicas que reviertan la informalidad, la baja productividad, etcétera.
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El arropo que recibe Alfredo del Mazo por parte del Partido Encuentro Social anticipa que de ganar la gubernatura mexiquense, los grupos de diversidad sexual tendrán otros sexenio lleno de ostracismo. El partido que se asume defensor de los valores familiares ha condicionado su cobijo a favor de Alfredo a partir de dos condiciones: dinero público para su organismo y oponerse rotundamente a los matrimonios entre personas del mismo sexo. El proyecto delmacista está muy pegado a la derecha, tanto que casi se confunde con el PAN.
Lo cierto es que la necesidad de legalizar los matrimonios igualitarios no es un asunto de moda o mera ideología. Desde hace un par de años, hay resoluciones contundentes de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que exigen modificar el código civil del estado y reconocer los derechos de homosexuales. Sin embargo, desde la jerarquía católica se ha presionado lo suficiente, para que Eruviel Ávila desde la gubernatura y Cruz Roa desde la legislatura sean omisos en atender las recomendaciones jurídicas en la materia.
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Eruviel Ávila ayer cumplió 48 años. Lo celebró con un reducido festejo acompañado de sus hijos. De la clase política mexiquense recibió cientos de regalos y miles de felicitaciones. Hasta septiembre próximo se mantiene como el primer priísta mexiquense, y eso se reafirma en las muestras de afecto que se cuentan. El fin de semana se tiene contemplado tener un encuentro con su círculo más cercano. Los tiempos electorales le impedirán una fiesta mayor, pero desde ahí medirá sus lealtades en el ocaso de su gubernatura.
El gobernador del estado no vive los mejores momentos de su mandato. Ávila no logró incidir en el candidato priísta a sucederlo. La imposición desde el centro de Alfredo del Mazo es vista como una derrota política y una afrenta personal. Pese a todo, Eruviel ha debido apoyar la campaña delmacista, que por momentos no levanta, y en el eventual empate técnico entre Delfina y Alfredo, hay quienes atribuyen que Ávila estaría apoyando la campaña de Morena, a través de dos viejos conocidos de la oposición: Higinio Martínez y Ulises Ramírez. Aun perdiendo Alfredo, algunos insisten en que Eruviel saldrá ganando.
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