Toluca, Edomex; 2 de abril de 2020.- El delmacismo está de luto. La muerte de Gerardo Ruiz Esparza representa una enorme pérdida para el grupo político de los Del Mazo. La trayectoria política de Gerardo sería inexplicable sin el arropo de Alfredo Del Mazo González. Por esa vía, logró acercarse al entonces gobernador electo Enrique Peña Nieto, de quien se volvió un hombre imprescindible en el Estado de México y en Los Pinos. Su fallecimiento simboliza la orfandad política de Alfredo Del Mazo Maza.
En 1997, fue coordinador de campaña de Alfredo Del Mazo González por la jefatura de gobierno del Distrito Federal. Acompañó en la derrota a su amigo personal. Su capacidad de adaptación le permitió trabajar incluso en el gobierno panista de Vicente Fox, en cargos menores dentro de la SCT. Años más tarde se encumbró en la meteórica carrera del peñismo. Desde su exilio político, actualmente Gerardo era un consejero personal de Alfredo Del Mazo.
Ruiz Esparza fue de los pocos funcionarios que duró en su cargo los seis años completos de la gubernatura, y el sexenio del presidente Peña Nieto. Nunca se identificó con los grupos políticos del peñismo. Se ganó su espacio político de forma personal. Tampoco permitió que otros personajes cercanos al mexiquense incidieran en su toma de decisiones. Su oficio político le alcanzó para tener margen de maniobra en otras áreas del gobierno. Libró hasta el último momento las acusaciones en su contra por los manejos irregulares de su dependencia.
El exfuncionario mexiquense impulsó la carrera política de su hijo Gerardo Ruiz Dosal, quien fungió como secretario particular de Jesús Murillo Karam, en su paso como titular de la Procuraduría General de la República. En la misma PGR fue director general de formación profesional. También tuvo su incursión partidista como secretario de asuntos migratorios de la dirigencia nacional del PRI. Entre septiembre de 2017 y febrero de 2019, fungió como titular del Fideicomiso para el Desarrollo de Parques Industriales en el gabinete delmacista. Actualmente, se mantiene alejado del servicio público y la función partidista.
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La próxima semana, habría sido en un panorama normal, una semana de vacaciones que vendría a favorecer al turismo en todas sus esferas. Dadas las condiciones de emergencia sanitaria, el escenario es absolutamente negativo. La ocupación hotelera y la derrama del sector servicios será casi nula. Mientras la contingencia podría prolongarse hasta el mes de mayo, en el corto plazo no existe una perspectiva para reactivar el turismo en el Estado de México.
Los focos de alarma están encendidos en lugares de atracción como Ixtapan de la Sal y Valle de Bravo. Hasta el momento, no se conoce un plan de reactivación para el turismo, una vez que sea superada la emergencia por coronavirus. Ni siquiera existe una prospectiva de hacia cuándo podría regresarse a la normalidad en el sector.
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