Mañana se conmemorará una jornada más del Día Internacional de la Mujer. Sin embargo, es evidente que sólo se trata de una fecha aprovechada con lucro político sobre la cual, en las mismas estructuras del gobierno –en todos sus ámbitos- falta mucho por hacer. Hagamos una revisión de la situación actual, y el papel de las mujeres en la política del país. Las cifras no mienten.
Reportes oficiales, apuntan que en México, de los 2 mil 440 municipios y 16 delegaciones, sólo 156 son presididos por una mujer, lo que representa tan sólo el 6.8 por ciento. En la Cámara de Diputados Federal existen 182 legisladoras de 500 curules, en tanto el Senado cuenta con 43 de 128, lo que da como resultado 227 parlamentarias, es decir 35.9 por ciento.
Hasta la fecha ninguna mujer ha sido Presidenta de México, ni titular de la secretaría de Hacienda o Gobernación. En el gabinete federal, sólo se ubican tres mujeres como secretarias de Estado: Rosario Robles Berlanga al frente de Sedesol; Claudia Ruiz Massieu Salinas como titular de Turismo; y Mercedes Juan, la actual secretaria de Salud. El resto de los cargos del primer orden, del gabinete legal y ampliado corresponden al género masculino.
En el gabinete estatal las cosas no modifican. Entre los secretarios del Gobernador Eruviel Ávila Villegas, también sólo se identifican a tres mujeres, al frente de igual número de secretarias. Se trata de Rocío Alonso Ríos, actual secretaria de Seguridad Ciudadana; Rosalinda Benítez González, quien se desempeña como secretaria de Turismo; y Elizabeth Vilchis Pérez, secretaria de Desarrollo Social. Casi las mismas carteras del gabinete federal.
En la legislatura estatal, de 75 diputaciones sólo en 13 curules se ubican mujeres. En todas las bancadas legislativas, los coordinadores son hombres. En el Instituto Electoral del Estado de México, los siete consejeros electorales son hombres. El Instituto de Transparencia de la entidad, se salva de la quema, pues de cinco comisionados que conforman el pleno del organismo, tres espacios son para mujeres. Aunque el Presidente, es hombre también.
A nivel país, actualmente no hay una sola mujer que sea gobernadora en las 31 entidades y el Distrito Federal. En el balance, la mujer sigue relegada, crudamente, a un papel secundario en decisiones políticas.