La clausura de obras de la Universidad Iberoamericana en el municipio de Lerma por parte del Gobierno del Estado de México tuvo un tufo político. La semana pasada, autoridades ambientales, pusieron sellos de clausura a las instalaciones en construcción de la Ibero, la misma institución de donde surgió el Movimiento Yo Soy 132 y que significó un dolor de cabeza para la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. En los círculos priístas no dejan de pensar que la causa estudiantil se construyó como un complot lopezobradorista en conjunción con parte de la matrícula docente.
Bajo esa sospecha de que al interior de la Ibero, hay voces de animadversión al Presidente electo, pudieron derivar en una extraña convocatoria mediática para clausurar las obras de la Ibero, por mucho que careciera de los permisos para sus acciones en el Estado de México. Más raro fue que por parte de la institución educativa no hubiera postura oficial, luego de la reprimenda oficial que emprendió el gobierno eruvielista. El sospechosismo político rondó por los campus de la Ibero.
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La principal preocupación de los próximos ayuntamientos es la elección del director general de la Policía Municipal. Sobran los casos donde el narco logró infiltrarse en las corporaciones de seguridad, el más reciente en Valle de Chalco. Otros más donde los directores policíacos han sido acribillados en circunstancias dudosas, como sucedió en Tenango del Valle hace algunos meses. El narcotráfico no es un asunto que se limita a una lucha entre grupos criminales, significa la pelea de la plaza donde se involucra la protección de las autoridades.
Desde el gobierno estatal, se pretende que la Secretaría de Seguridad Ciudadana influya en la designación de muchos nombramientos. Muchos otros alcaldes electos revisan perfiles policíacos acreditados ante la Federación o el Distrito Federal. Y en muchos casos esperan que se concrete la asunción del poder de Enrique Peña en Los Pinos para pedir un consejo o una recomendación en la materia. El talón de Aquiles de las policías municipales está en su vulnerabilidad desde el crimen organizado.
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Enrique Peña Nieto dejará el bajo perfil. La despedida de Felipe Calderón es tan inminente, que los grupos de poder, de decisión, como empresarios, políticos y líderes sociales han comenzado a reunirse con el mexiquense, y ya relegan de sus eventos y actividades al panista. Luego de su gira internacional por Sudamérica y Europa, el Presidente electo ya asume sus funciones como futuro titular del Ejecutivo en tierra propia. En una serie de acciones se demuestra ya la entrega absoluta del poder.
Se ha confirmado además, que el próximo 1 de diciembre –en escasos 26 días- Enrique Peña Nieto tomará protesta, sin contratiempos, como Presidente de México en San Lázaro. La banda presidencial le será entregada por el priísta Jesús Murillo Karam. De esa forma tan simbólica, para mexiquenses e hidalguenses, para priístas y panistas, se consumará el regreso del PRI a Los Pinos.
