Toluca, Edomex. 4 de Agosto de 2014.- En el cuarto de guerra de Eruviel Ávila han comenzado la preparación del tercer informe de gobierno del priísta. Han pasado ya los momentos más aciagos de su mandato que amenazaron con hacerlo a un lado del poder político. Los rumores de su eventual salida se han apaciguado, y muy por el contrario, parece haber fortalecido sus vínculos para permanecer en el cargo todo el sexenio. Lo que viene es alistar su informe de labores en el año más turbulento.
Es sin duda, el año más violento de la última década. Ejecuciones, robos, secuestros, violaciones y extorsiones. El Estado de México es presa de una cruenta inseguridad que ha obligado al gobierno federal a tomar el control de la paz social y del gabinete eruvielista, sin que hasta la fecha existan resultados fehacientes y palpables de eficacia. El crimen sigue presente, campante e impune en muchos de los rincones, urbanos y rurales de la entidad.
El desarrollo económico tampoco es el más alentador. El escenario nacional ha marcado un complicado arranque de año, con una expectativa de crecimiento que no levanta. Por si fuera poco, la reforma hacendaria ha generado un descontento generalizado, una inflación inusitada, y un panorama poco alentador para quienes sean responsables de rendir cuentas.
En el tintero han quedado los esfuerzos prometidos por el gobernador Eruviel Ávila para fortalecer la figura política y de gobierno de los municipios. En su panorama de gobernabilidad se pronunciaba por la ampliación del mandato hasta por cuatro años, pero el esquema ha quedado rebasado con la reelección aprobada en la reforma electoral, pero que de inicio fue rechazada por el gobierno priísta, y que en el último tramo de negociación se doblegó el interés estatal a cambio de la reforma energética.
A casi la mitad del sexenio eruvielista, otro de los pendientes del ecatepense es la creación del Instituto de la Economía Social y Solidaria, cuyo proyecto prometió a Víctor Hugo Cirigo y René Arce para renunciar al PRD del Distrito Federal y anunciar su respaldo al candidato priísta. Muy caro los salió a militantes de la izquierda convexa, al respaldar a Eruviel sin recibir hasta ahora las prebendas políticas que en su momento fueron promesa de campaña.
En el colmo, Eruviel Ávila ha abandonado contar con una agenda política propia. Vive de las expectativas del proyecto del gobierno federal que encabeza el mexiquense Enrique Peña, para respaldarle todas sus iniciativas y crear leyes, iniciativas, proyectos y acciones en paralelo en el Estado de México. Tal parece que el proyecto estatal carece de rumbo y sentido, para ser una mera parodia y repetición de lo que se dice y hace desde Los Pinos.
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