Redacción
El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas rompió con el estado laico, y aprovechó la visita del Presidente electo Enrique Peña por la entidad, para pedir orar para que “Dios le dé mucha sabiduría al presidente electo Enrique Peña Nieto”, durante su visita por el municipio de San Felipe del Progreso, donde además recibió el bastón de mando por parte de la comunidad mazahua.
Al arranque de su intervención, Ávila sostuvo que lo que “parecía un sueño, era nuestra ilusión, pero ahora es una realidad”, al referirse a la llegada a Los Pinos de un mexiquense, que sin mencionarlo, pero parecía un reto inalcanzable para ex gobernadores como Alfredo del Mazo Vélez, Alfredo del Mazo González, Emilio Chuayffet y Arturo Montiel que en su momento buscaron la primera magistratura del país.
En su primera gira por el país en calidad de Presidente electo, Peña Nieto fue elogiado por Eruviel Ávila, quien dijo es una “fortuna (para los mexiquenses) tener a un presidente de la República electo, mexiquense orgullosamente, a Enrique Peña Nieto, a quien le damos la más cálida bienvenida a esta su tierra, a esta su casa”, expresó ante más de mil indígenas convocados para este evento.
Alejado del discurso laico que caracteriza a los priístas, y tras la entrega del bastón de mando a Enrique Peña de la comunidad mazahua, el gobernador Eruviel Ávila expresó: “Gracias por estas bendiciones que le entregan a nuestro hermano Enrique Peña Nieto, orgullosamente mexiquense”.
El mandatario mexiquense se volcó en elogios sobre los programas sociales que implementó Peña Nieto a favor de los indígenas durante su mandato, los cuales tendrán continuidad para beneficiar a este sector de la población.
Por su parte, Enrique Peña sólo refrendó sus compromisos de campaña con la comunidad a quienes dijo lleva siempre en su pensamiento, y sobre quienes trabajará muy de cerca para aprovechar la riqueza natural y cultural que les rodea.
El presidente electo no hizo anuncio sobre proyectos específicos. Recibió el cobijo de las cinco etnias indígenas que habitan en el Estado de México, que representan uno de los sectores de la población de mayor rezago en la entidad, pero identificado también como de los votos más leales a la causa priísta.
