Israel Dávila
Toluca, Edomex. 4 de julio del 2019.- La Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del Estado de México (CEAVEM) ha atendido a poco más de 280 niños, niñas y adolescentes que se han quedado en la orfandad, pues sus madres han sido víctimas de feminicidios o desaparición.
La titular de la CEAVEM, Isabel Sánchez manifestó que a estos niños se les ha atendido con un programa integral de reparación, que incluye apoyo psicológico, médico, psicológico y una beca para tener garantizados sus estudios hasta que concluyan la universidad o el posgrado, si así lo desean.
También la CEAVEM les entrega un compensación económica, de 5 mil UMAS (alrededor de 425 mil pesos) por concepto de indemnización que se entrega al tutor o familiares que se queden a cargo de los menores.
“Casi todos los niños que pierden a la madre por feminicidio o desaparición, quedan bajo resguardo de sus abuelos, en su gran mayoría maternos. Ellos se vuelven cuidadores y lo que hacemos nosotros es que de acuerdo con la solicitud que nos hace la familia, les atendemos, en principio, con apoyo de atención médica, una beca educativa», detalló.
La funcionaria recordó que hace poco se reformó la Ley de Educación del Estado para que estos niños víctimas de delitos, tengan asegurados su beca hasta que concluyan sus estudios universitarios o de postgrado.
A la par de estos 280 niños, existen unos 450 menores más, que reciben atención de la CEAVEM, que son de alguna manera víctimas de la violencia de género que sufren sus madres.
Datos oficiales indican que el 80 por ciento de las agresiones que sufren las mujeres en el Estado de México son cometidos en el entorno familiar y muchas veces en presencia de los niños, quienes ven como sus padres, padrastros, hermanos o tíos agreden a sus mamás y en varias ocasiones hasta las ven morir.
En ese sentido, la CEAVEM les ofrece primero apoyo para su rehabilitación, a través de atención médica y psicológica, luego se pasa a la compensación o indemnización y posteriormente a una etapa de no repetición donde se remite al agresor a cursos o instrucción de respeto y cuidado a las mujeres.
