Francisco Paredes
Joquicingo, Edomex. 19 de noviembre del 2017.- Las calles de Joquicingo poco a poco vuelven a la normalidad después de lo ocurrido el pasado 19 de septiembre, día en que un sismo de 7.1 grados en la escala de Richter dejó miedo y devastación en esta región del sur mexiquense.
En esos momentos la ayuda se desbordó para atender de forma inmediata la tragedia. En todos los estados afectados la población superó la respuesta de las autoridades y el apoyo para los damnificados llenó de esperanza a las personas que se vieron afectadas por el sismo; sin embargo, a dos meses poco o nada queda de esa ayuda y el apoyo oficial también ha sido escaso e insuficiente.
La señora Ana Elena Orihuela Bobadilla, una mujer de setenta años de edad, fue una de las afectadas en el centro del municipio de Joquicingo. Sus muebles se aglomeran contra una pared de la casa de su hijo, quien ha acogido a la mujer y a una de sus hermanas que vivía en el terreno contiguo, donde su vivienda se desplomó.
Con desesperación la mujer recuerda la promesa de apoyo por parte de las autoridades, que quedó en 40 varillas y 30 bultos de cemento, los cuales se encuentran a unos metros del resto de lo que quedan de sus pertenencias, cubiertos con una lona para evitar en la medida de lo posible que el escaso material se eche a perder.
Asegura que lo entregado por el gobierno no alcanza ni para iniciar los cimientos de su nueva vivienda, ya que necesita al menos tres cuartos donde poner cocina, recamaras y un pequeño lugar para consumir sus alimentos, lo que implica al menos el doble del material que les fue dejado.
“¿Que podemos hacer con lo que nos dieron? Ni para los cimientos nos va a alcanzar este material, y menos para la casa completa, no tenemos tabique, no tenemos más cemento, las varillas no alcanzarían ni para el colado y nosotros no tenemos más dinero para comprar material, lo perdimos todo, todo y mi hijo nos trata de ayudar, pero no le podemos exigir que nos haga de nuevo la casa”, comentó.
Esta escena se repite a lo largo de las viviendas afectadas, solo unos pocos han iniciado su construcción, con el escaso material que les donaron las autoridades, esperando a que puedan conseguir un poco más y los recursos les alcancen para comprar el resto de los materiales necesarios para levantar nuevamente sus viviendas.
Una de las propuestas que les han sido llevadas a los habitantes afectados es la de una casa prefabricada con paneles de unicel y un delgado recubrimiento de cemento, por el que les piden hasta cincuenta mil pesos para su construcción, sin embargo los materiales provocan desconfianza entre los habitantes, pues el material es ligero, sin cimientos ni castillos que refuercen las débiles paredes.
“No dicen que van a hacer, bueno este nada más es una muestra. Son dos cuartos como este, que la sala y el baño, la cocina… pues mis hijos dicen que se la lleven porque están marcándoles, pidiéndoles 50 mil pesos por lo que me van a dar a cambio y francamente él dice que mejor la retiren, que se la lleven porque es un material que no”, comentó la afectada.
Esta misma historia se repite en diferentes viviendas que se vieron afectadas por el sismo del “19S”, sin embargo la situación se agrava un poco más, ya que en estos momentos los apoyos han dejado de fluir hacia las zonas afectadas y los recursos de las personas comienzan a ser insuficientes para sus gastos cotidianos e iniciar la reconstrucción de sus viviendas.
