Redacción
Ciudad de México. 14 de marzo de 2018.- El Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) reportó que a lo largo de cinco años el tren Interurbano México-Toluca ya se encareció 55 por ciento y se ha desarrollado sin respetar estándares de transparencia y rendición de cuentas.
En una conferencia de medios, Max Kaiser, director de Anticorrupción del IMCO, explicó que uno de los principales problemas del proyecto es que se lanzó sin tener asegurado el terreno para construir el tren, por lo cual se tuvieron que hacer adecuaciones al trazo.
Al inicio del sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) presupuestó 38 mil millones de pesos para todo el proyecto; sin embargo, se estableció que con un incremento mayor de 25 por ciento existía el riesgo de que el proyecto ya no fuera “socialmente rentable”.
En el último año de su mandato, para este 2018 se consideró un gasto total de 59 mil millones de pesos, lo que representa un aumento de 55 por ciento.
“Significa que tus costos son mayores a tus beneficios”, explicó Ana Thais, investigadora del IMCO, partiendo de la Tasa Interna de Retorno que fijó el gobierno federal al presentar el proyecto.
De acuerdo al estudio desarrollado por el IMCO, que incluye un análisis detallado de las licitaciones para materializar el proyecto, se establece que la SCT no ha publicado ni un solo contrato en Compranet, la plataforma oficial para transparentar las compras gubernamentales.
Además, la dependencia federal no entregó los oficios que justificaban realizar 11 adjudicaciones directas o invitaciones restringidas, en lugar de concursos abiertos.
Dentro del reporte establecido por el IMCO, tampoco se encontró información para conocer quiénes son los dueños de las empresas ganadoras de contratos o si las obras se han encarecido por modificaciones sustantivas o sobrecostos.
En general, la principal falla del proyecto ferroviario se estableció que la obra no tenía asegurado el terreno por dónde pasaría la obra, por lo que se han tenido que hacer modificaciones al trazo dependiendo los arreglos y negociaciones con los dueños de tierras, lo que ha encarecido las obras.
En principio, la obra debió terminar en diciembre de 2017 y hace unos días se afirmó que se entregará el tren antes de que termine el sexenio de Enrique Peña Nieto. No obstante, el avance de las obras apenas contempla su conexión entre La Marquesa y Santa Fe, faltando por desarrollar el tramo que concluiría en la terminal de Observatorio en la Ciudad de México, para facilitar la movilidad con la red del Sistema Colectivo Metro de la capital del país.