Por Juan Carlos Cartagena Abaurre
Toluca puede maravillar si lo decide; su fútbol dilata pupilas, pero hay momentos que va al otro extremo, muy probablemente, porque físicamente es casi imposible mantener el ritmo del inicio. Los Diablos vencieron 2-1 a Santos y poco a poco van subiendo más personas al barco de Ambriz.
El 11 de Toluca
Camilo fue titular en lugar de Charli, tal como anticipábamos en la previa, el paraguayo no la pasa tan bien en la altura de Toluca. Nacho mandó a Volpi, “Dedos”, Mosquera, Huerta, Angulo, Marcel, Navarro, Sierra, Leo, Meneses y Camilo.
Los goles
1-0 Penal y Leo. Falta clara en el área que no dudo en marcar Diego Montaño. Leo el encargado de vencer a Acevedo.
2-0 Jordan Sierra… un jugadón. Tras un teje y maneje espectacular, el ecuatoriano cerró libre para marcar el segundo. Una muestra de lo que este equipo puede ser.
2-1 Cayó del cielo. Hugo Rodríguez aprovechó una mala marca y remató seco, abajo y con potencia. Volpi la alcanzó pero ya estaba el 2-1.
La clave
Lo que juega Toluca cuando se lo propone. Llegaron a tener posesión del 80%, algo en lo que Nacho ha trabajado todo el tiempo y aún más esta semana. El DT debe estar orgulloso de lo que se vio en varios lapsos. Por otro lado, tampoco creo que Ambriz esté satisfecho, los segundos tiempos del equipo, por obvias razones, ya no trae el mismo ritmo y es empujado por el rival, lo deja crecer y lo peor, no lo liquida cuando puede.
Una vez más Toluca va ganando antes de los 15 minutos, aunque a diferencia que con Atlas, ahora mantuvo lapsos de buen fútbol. Cierto, termina ganando por uno y con ciertos sustos, pero es porque adelante se falla una muy clara.
Ojo ahí
Leo tiró un clavado en el área y Angulo se enfrascó en una discusión estéril. Esos detalles no son necesarios y mucho menos lógicos de cuando vas ganando.
Dura falla de González
Frente a la portería Charli González falló un disparo que además de representar el sello de triunfo, era sacudirse la presión, esa misma que lo hizo poner la pelota por arriba del horizontal. Después, luchó y buscó sacarse la espina, aunque sigue sin marcar.
¡Golpes no!
Dos incidentes sucedieron al finalizar el partido. El primero cuando salía Raúl López; la gente se acercó a pedir autógrafos y una persona resultó lesionada. La versión de quienes vieron es que hubo un empujón de elementos de seguridad del estadio. La versión de la gente de seguridad es que el aficionado estaba alcoholizado y se cayó.
Hay un video que circula por redes y claramente se ve que una persona de seguridad se lleva a su compañero, y lo aleja de la escena. De ahí se deriva la siguiente agresión, cuando transmitía un Facebook live para Del Rojo 1917, se ve cuando dos civiles con radio en mano, alcanzan y golpean a una persona. El lesionado argumenta que su único error fue señalar al elemento de seguridad que había agredido en la primer escena.
La directiva de los Diablos y en particular Francisco Suinaga se puso en contacto conmigo para tomar el caso. En mi particular caso, no es la intención particularizar sobre los elementos de seguridad, ya que de la gran mayoría he recibido siempre un trato cordial, sin embargo esta vez me tocó observar lo contrario. Alcohol, prepotencia, hostigamiento, faltas de respeto y golpes no deben llevarse con el fútbol.
Conclusión
Detalles siempre van a existir, la primera parte ilusiona de Toluca ilusiona; la segunda mitad deberá seguir trabajándose. No conozco ningún equipo que mantenga su ritmo todo el juego, está claro que con el 100% del estado físico Toluca juega chulo; después tendrá que aprender a manejar y culminar los partidos sin sufrir de más.
Sinceramente hoy no vi a Santos merecedor de un empate, Toluca fue superior aún con lo cerca que pudo estar el rival en el marcador. No se trata de que “Nacho los tire atrás”, sino que el rival empuja y Toluca deja el desgaste en el contrincante. Lo que es un hecho es que esa fase de jugar sin el balón sigue haciéndoles sufrir, porque los Diablos se sienten más cómodos con el balón. Duerme tranquilo, Toluca ya tiene cara de diablo.
Gracias por leerme y jugar conmigo.
