Por Juan Carlos Cartagena Abaurre
En el fútbol mexicano hay dos equipos que comen aparte, con los demás todo puede pasar. La inconsistencia del torneo tiene un ejemplo claro y se llama Toluca. El triunfo contra América tiene a los Diablos con vela encendía, pero le hizo un daño al mismo tiempo, al disfrazar las carencias futbolísticas. Este Toluca ya no depende de sí mismo y tristemente hasta sufre una paternidad de Juárez.
El 11 de Toluca
Tal como adelantamos, Hernán mandó a los mismos 11 del juego contra América. García, López, Barbieri, Haret, Torres Nilo, Baeza, Vásquez, Rubens, Yrizar, Canelo y Estrada.
El gol que pone a rezar
1-0 Martín Galván, “el Niño” más joven en debutar en el fútbol mexicano, soltó un disparo con fuerza y efecto que en fracción de segundos besó la red.
La clave
Toluca sigue festejando el 3-1 sobre América. Los excesos de confianza y la falta de ideas condenaron unos Diablos, que no tienen mayor enemigo que ellos mismos. Más allá de ver el golazo como justo premio a Juárez, lo veo como justo castigo a la mezquindad con la que jugó Toluca.
Ir abajo vs Poncho Sosa y sin variantes es prácticamente estar regalado. Hoy también se comprueba que Toluca con el balón y la posesión no es un equipo lúcido, que por el contrario necesita de espacio para hacer su transición rápida y encontrar contragolpes. Hoy no los tuvo y tampoco variantes.
¡Qué Bravo se le pone!
Juárez además de haberle ganado los tres juegos en primera división a Toluca, no le ha permitido marcar un solo gol. Increíble que Juárez tenga ya una paternidad sobre un equipo.
Ojo ahí
Toluca perdió un juego contra rival directo de la lucha por no pagar multa. Los Diablos iniciarán con 77 puntos para la siguiente temporada, solamente por arriba de Xolos, Juárez, Atlas y San Luis.
Conclusión
No hay aprendizaje y por ahora tampoco mejoría. El equipo sigue dando “bandazos”, sigue sin meterse entre los 8 primeros lugares que en escenario “normal” daría acceso a liguilla. Las bondades del mediocre sistema de competencia permiten a Toluca pensar en ir a liguilla; es ese mismo sistema de competencia el que salva a los Diablos de perder la categoría pero no de poder pagar una vergonzosa multa, producto de malas decisiones.
Vencer al América es un espejismo, pero al fin un resultado que a muchos mantiene con fe. Seamos claros entrar a repechaje no sana las heridas, clasificar a cuartos maquilaría, peor el trabajo necesario es de fondo y forma. Mientras tanto a rezar para que los caballeros de lo incierto tengan por lo menos un partido más.
Gracias por leerme y jugar conmigo.
