En una semana, el Grupo Parlamentario del PAN en la Legislatura del Estado de México podría quedar sin coordinador. El diputado local panista, Oscar Sánchez Juárez está obligado por las circunstancias de su partido a pedir licencia a su cargo de elección popular en caso de pretender ser candidato al Senado de la República, o bien a la Cámara de Diputados Federal. Junto con él, también están obligados el resto de sus compañeros legisladores locales, diputados federales, alcaldes y hasta delegados del Gobierno Federal que busquen cumplir con los requisitos de la convocatoria panista. Arrancan las apuestas en el casino del PAN para ver quiénes serán los elegidos.
Sánchez Juárez es uno de los consentidos de Ulises Ramírez, actual senador por el Estado de México, para sucederlo en la Cámara Alta, junto con el dirigente estatal del partido, Sergio Octavio Germán Olivares. El dominio de Ulises en las decisiones del panismo mexiquense aún son de amplia influencia, aunque si la lógica responde a lo visto durante la elección de gobernador en la entidad, no hay que dudar que el candidato al Senado sea Luis Felipe Bravo Mena. El ex secretario particular de Felipe Calderón mantiene la esperanza de que su sacrificio electoral de 2011, le valga un lugar en la nueva sede ubicada en Paseo de la Reforma.
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Hace algunas semanas, el periódico El Universal publicó que existía un distanciamiento político entre el gobernador Eruviel Ávila Villegas y el ex coordinador de su campaña, Luis Videgaray Caso. De inmediato, el ex secretario de Finanzas de Peña Nieto salió a desmentir la versión periodística que calificó como un «rumor» malintencionado. El mandatario, Eruviel, secundó el tweet de Videgaray, y se apapacharon virtualmente para demostrar ante el mundo que su relación era estrecha.
Ayer, en el periódico 24 Horas, a manera de «rumor» se mencionó que Luis Videgaray es el hombre más influyente en el equipo cercano al precandidato presidencial Enrique Peña Nieto. La publicación ahondaba que Videgaray se convertido en la persona más importante en el equipo del mexiquense, por encimba de Miguel Ángel Osorio Chong, quien podría ser ungido como dirigente nacional del PRI ante una eventual salida de Humberto Moreira, sumido en el escándalo de la deuda de Coahuila. Ese «rumor» fue dejado correr por Videgaray, que no hizo alusión en su twitter.
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La propuesta de Eruviel Ávila Villegas para elevar las penas del secuestro cuando se cause la muerte de la víctima se escuchó hasta San Lázaro. Ayer, los diputados federales dispusieron elevar a «prisión vitalicia» la pena máxima para quien incurra en dicho delito. La iniciativa que fue promesa de campaña de Eruviel para implementar en el Estado de México, y que se concretó hace algunas semanas, ahora se trasladó en el debate de San Lázaro, donde la mayoría priísta fue suficiente para que esa medida privativa de la libertad se ejecute en todo el país. La mano de Peña Nieto, ni duda cabe, estuvo detrás de esa operación política.
Los principales impulsores de dicha reforma legal, que permitirá implementar la prisión vitalicia, estuvo a cargo de dos ex procuradores de justicia de la entidad: Humberto Benítez Treviño -quien preside la comisión de Justicia en San Lázaro-; y Alfonso Navarrete Prida -impulsor de la iniciativa de la pena desde abril pasado-. El grupo parlamentario de los mexiquenses sigue operando fuerte, todo aquello que está en el interés de Enrique Peña, convertido en el precandidato único presidencial del PRI. Sólo falta por resolver la designación de tres consejeros electorales del IFE antes del 15 de diciembre.
