Toluca, Edomex. 29 de septiembre de 2016.- Eruviel Ávila dio el banderazo de salida rumbo a la elección de gobernador del año entrante. En su mensaje político, dentro de su quinto informe de resultados, el ecatepense manifestó la importancia de los procesos democráticos para elegir a sus gobernantes. En adelante, lo que hagan los aspirantes a la gubernatura -particularmente los priístas-, puede asumirse como parte de las reglas no escritas pero permitidas dentro del partido. Ahora sí, el proceso electoral ha comenzado de facto.
Eruviel cerró su penúltimo informe con un mensaje nacionalista, que también pone por delante su aspiración electoral. A lo largo del informe, fueron permanentes los comparativos que hacía del Estado de México, que poblacionalmente enfrenta el reto de un país centroamericano. De lo que ocurra en la elección de gobernador en el Estado de México dependerá el futuro personal de Eruviel, quien sueña con colarse a la elección presidencial. Los pronósticos, al menos le avizoran una candidatura senatorial.
En las últimas semanas, todos los aspirantes del priísmo a la gubernatura habían guardado bajo perfil. Muchos desaparecieron de escena para permitir la promoción personalizada del mandatario mexiquense. Con el banderazo de salida, los suspirantes a la candidatura priísta regresarán a la escena electoral mediante su prolífica promoción en redes sociales, entrevistas mediáticas y la modalidad de columnas pagadas. Lo cierto es que la lista de aspirantes con posibilidades reales de ser candidatos se reduce a los dedos de una mano.
En los próximos días, se advierte que Ávila anuncie algunos ajustes en su gabinete como preámbulo de la operación electoral. Eruviel pretende tomar el control político del partido, de las carteras políticas de su gabinete y garantizar la permanencia del priísmo en la gubernatura. La principal preocupación del PRI es la conformación de una eventual alianza entre PAN y PRD, que vuelva la elección en un tema de alta competencia. Cuando Eruviel, ayer se refería a la importancia de la unidad de los mexiquenses, en realidad se refería a la unidad partidista como condición insustituible para el triunfo electoral.
En el balance político del informe, no hubo nada nuevo bajo el sol. Eruviel, lo mismo que antes hicieron Montiel y Peña, presumió la matrícula estudiantil más alta y la población económicamente activa, los recursos presupuestales invertidos en seguridad, comunicaciones, educación y salud. La ecuación es natural derivado de la densidad poblacional del estado. Lo curioso, es que no acepten esa misma lógica matemática, cuando se habla de las cifras de delincuencia, pobreza, deuda pública y demás lastres que padecen los mexiquenses desde hace varios sexenios.
Aún más, para engrandecer muchas de las cifras que ayer dio a conocer Eruviel Ávila, se realizó una suma de los programas asistenciales, la infraestructura desarrollada y las metas alcanzadas durante los cinco años de gobierno. Ávila no rindió en realidad un informe del último año, sino que difundió datos acumulados que dieran la sensación de enormes logros. Hubo obras, acciones y tareas que ya habían sido reportados en años anteriores, y que volvieron a ser parte de la presunción de su penúltimo informe. La elección está cerca, y el maquillaje de cifras parece indispensable. Eruviel lo sabe.
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